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La carrera por la supremacía tecnológica militar se ha intensificado en los últimos años, con las grandes potencias compitiendo por desarrollar armamento de última generación. Entre estas tecnologías, los misiles hipersónicos se destacan por su capacidad de alcanzar velocidades superiores a Mach 5, lo que los hace prácticamente indetectables y difíciles de interceptar.

En este contexto, Estados Unidos ha sufrido un nuevo revés al cancelar el desarrollo de su misil hipersónico antibuques, conocido como HALO. Esta decisión refuerza la posición de China y Rusia, quienes lideran actualmente esta carrera armamentística.

El programa HALO: una oportunidad perdida

El misil HALO (Hypersonic Air-Launched Offensive Anti-Surface Warfare Weapon) estaba destinado a ser una pieza clave en el arsenal de la Marina estadounidense, ofreciendo capacidades avanzadas para atacar buques enemigos a gran distancia y velocidad. Sin embargo, preocupaciones sobre el coste, la viabilidad y las limitaciones industriales llevaron a su cancelación oficial.

Esta no es la primera vez que un proyecto hipersónico estadounidense se ve truncado. En marzo de 2023, la Fuerza Aérea canceló el programa AGM-183 ARRW tras múltiples pruebas fallidas. Estas cancelaciones evidencian las dificultades que enfrenta Estados Unidos para mantenerse a la par con sus competidores en este ámbito.

China y Rusia toman la delantera

Mientras tanto, China ha demostrado avances significativos en tecnología hipersónica. Según una simulación del Pentágono, los misiles hipersónicos chinos podrían destruir la flota de portaviones estadounidense en tan solo 20 minutos. Este tipo de armamento representa una amenaza considerable para la estrategia naval de Estados Unidos en el Indo-Pacífico.

Por su parte, Rusia ha desplegado misiles como el Zircon y el Kinzhal, capaces de alcanzar velocidades hipersónicas y portar cargas nucleares. Estos desarrollos consolidan la posición de Moscú como líder en esta tecnología, aumentando la presión sobre Washington para acelerar sus propios programas.

Un futuro incierto para la supremacía militar estadounidense

La cancelación del HALO y otros programas hipersónicos plantea interrogantes sobre la capacidad de Estados Unidos para mantener su supremacía militar. Aunque existen iniciativas como la adaptación del destructor USS Zumwalt para portar armas hipersónicas, estos esfuerzos podrían no ser suficientes para cerrar la brecha con sus rivales.

En un mundo donde la velocidad y la precisión son cruciales, la falta de avances en tecnología hipersónica podría comprometer la posición estratégica de Estados Unidos. La necesidad de innovación y desarrollo en este campo es más urgente que nunca para equilibrar el poder militar global.