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Debido a sus vínculos con el pederasta convicto Jeffrey Epstein, el rey Carlos III ha retirado oficialmente todos los títulos, honores y privilegios reales a su hermano, quien ahora será conocido como Andrés Mountbatten Windsor.

La medida fue confirmada en un comunicado del Palacio de Buckingham, que marca un punto de inflexión en la relación entre el monarca y su hermano. La decisión se produce tras semanas de creciente presión pública, denuncias judiciales no resueltas y críticas desde el Parlamento británico.

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También se anunció que Andrés deberá abandonar Royal Lodge, la lujosa mansión de Windsor donde residía desde hace más de veinte años.

El exduque de York había sido apartado de la vida pública en 2022, pero mantenía privilegios hasta esta semana.(Fuente: Shutterstock)
El exduque de York había sido apartado de la vida pública en 2022, pero mantenía privilegios hasta esta semana.(Fuente: Shutterstock)

Carlos lII le quita todos los títulos al príncipe Andrés

Según se informó, la decisión del rey Carlos III incluye que Andrés pierda el título de duque de York, concedido por Isabel II en 1986, así como la exclusión definitiva del Roll of the Peerage, el registro oficial de la nobleza británica.

De esta manera, desaparece también cualquier vínculo oficial entre Andrés y las órdenes honoríficas británicas, como la de la Jarretera, la más importante y antigua del Reino Unido.

Además, se ordenó su salida de Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones en Windsor donde vivía desde hace más de dos décadas. La residencia, propiedad de la Corona, le era cedida bajo un contrato de alquiler simbólico que le permitía permanecer allí con protección legal.

Según el anuncio del Palacio de Buckingham, Andrés deberá trasladarse a un alojamiento privado en Sandringham, que será costeado por el propio monarca.

Cuál fue el rol de las denuncias por abuso en esta decisión

El detonante fue la denuncia presentada por Virginia Giuffre, quien acusó a Andrés de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años, tras haber sido traficada por Epstein.

Aunque el expríncipe llegó a un acuerdo extrajudicial con la demandante en 2022, el caso volvió a ocupar la agenda mediática tras la publicación de sus memorias y su posterior suicidio a comienzos de este año.

"Virginia Roberts Giuffre, nuestra hermana, una niña cuando fue agredida sexualmente por Andrés, nunca dejó de luchar por la justicia. Hoy, ella declara una victoria", expresó la familia de la víctima, que falleció en abril de 2025.

Su entorno también exige una investigación penal y la comparecencia ante la justicia de "todos los abusadores y cómplices vinculados a Epstein y Ghislaine Maxwell".

Qué postura adoptó el Parlamento británico

El caso generó un amplio consenso político. Tanto el Partido Conservador como los liberales demócratas y el laborismo respaldaron la acción del monarca.

La ministra de Cultura, Lisa Nandy, definió la medida como "valiente, importante y correcta", y aseguró que "envía un mensaje contundente a las víctimas de abusos sexuales".

El líder liberal demócrata, Ed Davey, sostuvo que el rey "hizo lo absolutamente correcto" y lamentó que Andrés "haya deshonrado su cargo y avergonzado al país".

Algunos parlamentarios incluso propusieron debatir en Westminster el uso indebido de bienes públicos por parte del ahora exduque, al considerar inaceptable que "viviera en una mansión sin pagar renta desde 2003".

Cómo afecta esta decisión a la familia real británica y su imagen pública

Aunque sus hijas, Beatriz y Eugenia, conservarán los títulos de princesas por derecho de nacimiento, el impacto reputacional es profundo. Andrés, quien alguna vez tuvo un rol diplomático y militar activo, queda ahora completamente apartado de la vida pública, sin posibilidad de rehabilitación institucional.

Por otro lado, la reina Camila también respaldó la decisión, que busca marcar una línea clara entre la monarquía y cualquier figura que esté asociada a delitos de abuso.

La decisión de Carlos III, según analistas, representa una señal de que el nuevo reinado pretende adaptarse a los estándares éticos del siglo XXI, en los que la rendición de cuentas también debe alcanzar a los miembros más altos del poder.

Las memorias póstumas de Virginia Giuffre volvieron a poner en el centro del escándalo a Andrés, acusado de abuso sexual. (Fuente: EFE / Guillermo Garrido Delgado)
Las memorias póstumas de Virginia Giuffre volvieron a poner en el centro del escándalo a Andrés, acusado de abuso sexual. (Fuente: EFE / Guillermo Garrido Delgado)Fuente: EFEGuillermo Garrido Serrano

"Los estándares y expectativas de la sociedad actual son muy altos. La gente espera ver los más altos niveles de integridad", declaró Kemi Badenoch, Secretaria de Estado de comercio internacional del gobierno británico.

El futuro inmediato de Andrés queda reducido a un rol estrictamente privado. Su permanencia en Sandringham marcará un exilio discreto dentro de las fronteras reales. Un cierre amargo para una figura otrora influyente, y un capítulo crítico para una monarquía que lucha por mantenerse legítima ante los ojos del mundo.