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Un equipo de arqueólogos ha descubierto un antiguo relicario que ofrece la posibilidad de esclarecer algunos enigmas de la Biblia, que habían permanecido ocultos durante más de un milenio.

El hallazgo se produjo en un cerro del municipio de Irschen, en Austria, cerca de España, según lo informado por la Universität Innsbruck. Las excavaciones iniciaron en 2016 y recientemente se han confirmado detalles sobre el hallazgo.

El sorprendente descubrimiento del cofre antiguo

Los arqueólogos descubrieron hace dos años un santuario de mármol oculto bajo el altar de una iglesia en estado de abandono.

Dentro del santuario, se hallaron fragmentos de una caja de marfil específica conocida como píxide, que comúnmente se adornaba con imágenes cristianas y se utilizaba para resguardar reliquias.

De acuerdo con los historiadores, estos objetos eran frecuentemente transportados por el clero o la congregación al momento de abandonar una iglesia, lo que llevó a los arqueólogos a expresar su asombro al encontrar esta píxide en las ruinas.

"La última vez que se encontró una fue hace 100 años"

El líder del equipo arqueológico, Gerald Grabherr, ha señalado: "Conocemos aproximadamente 40 cajas de marfil de este tipo en todo el mundo y hasta donde tengo conocimiento, la última vez que se descubrió una durante excavaciones fue hace unos 100 años".

La restauración de los fragmentos ha sido un proceso meticuloso, según Ulrike Töchterle, jefa del taller de restauración en Innsbruck. "El marfil, especialmente el que se encuentra en el suelo como en el santuario de mármol, absorbe humedad y se vuelve extremadamente blando y susceptible a daños", explicó.

El equipo ha dedicado los últimos dos años a la preservación y protección de estos fragmentos, algunos de los cuales han sufrido deformaciones a lo largo del tiempo.


Tras este prolongado proceso de secado, los arqueólogos revelaron detalles significativos sobre la decoración de la píxide. Determinaron que su decoración conecta figuras bíblicas del Antiguo Testamento con una representación de la Ascensión de Cristo.

Grabherr también añadió que este tipo de combinación era característico de la antigüedad tardía, aunque la representación de la Ascensión de Cristo muestra a un hombre en un carro tirado por dos caballos, mientras una mano emerge de las nubes para elevar el carro hacia el cielo.