

Dormir bien no es un lujo, es una necesidad biológica. Sin embargo, en el ritmo agitado de la vida moderna, el descanso suele ser lo primero que se sacrifica. La falta de sueño, lejos de ser un mal menor, puede convertirse en un enemigo silencioso para la salud.
El cardólogo español Aurelio Rojas lo explica sin rodeos: dormir menos de seis horas al día “destroza tu corazón, tu metabolismo y tu sistema inmune”. A través de un vídeo en su cuenta de TikTok, el especialista alertó sobre el daño acumulado que provoca la falta de descanso, comparando su efecto con el del tabaco.

Por qué dormir poco afecta al corazón y al sistema inmune
La advertencia de Rojas va más allá del cansancio acumulado. Dormir menos de seis horas altera funciones esenciales del cuerpo, entre ellas la regulación del azúcar, el equilibrio hormonal y la actividad inflamatoria.
“Ya sé que todos estamos estresados y queremos dormir a tope —indica—, pero sacrificar tu descanso no solo destroza tu corazón, sino también tu metabolismo, tu cerebro y tu sistema inmune”.
No se trata solo de sentirse agotado al día siguiente. La privación crónica de sueño eleva el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y deterioro cognitivo.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), alrededor de un 54 % de los adultos españoles duerme menos de las horas recomendadas, una tendencia que se asocia directamente con un mayor riesgo de infarto, hipertensión y disfunción inmunitaria.
Qué le ocurre al cuerpo cuando no descansamos lo suficiente
Durante el sueño, el sistema cardiovascular entra en una fase de recuperación activa. La presión arterial desciende, la frecuencia cardíaca se estabiliza y el cuerpo repara los daños del día. Cuando el descanso es insuficiente, este proceso se interrumpe, generando un estado de estrés interno que termina pasando factura.
La falta de sueño sostenida se traduce en inflamación sistémica, aumento del cortisol (la hormona del estrés) y alteraciones metabólicas. “Tu sistema inmune —advirtió Rojas— te defiende de las infecciones y el cáncer. Y si no duermes, lo dejas indefenso”. El vínculo entre mal descanso y enfermedad ya no es una suposición: hoy cuenta con el respaldo de múltiples investigaciones médicas.
Además, el insomnio crónico y los horarios de sueño irregulares se relacionan con trastornos del estado de ánimo, mayor consumo de alimentos ultraprocesados y menor adherencia a hábitos saludables como la actividad física o la alimentación equilibrada. Todo esto crea un círculo vicioso que deteriora aún más la salud.
Cómo mejorar el descanso para proteger la salud
La recomendación de los especialistas es clara: dormir entre siete y nueve horas cada noche es fundamental para preservar la salud física y mental. Para lograrlo, es importante establecer rutinas constantes, evitar el uso de pantallas antes de acostarse y limitar el consumo de cafeína o alcohol por la noche.

Rojas concluye su intervención con un mensaje directo: “Vive el día de hoy, no el de ayer ni el de mañana. Y duerme. Tu corazón lo necesita”. Es una llamada de atención que no busca alarmar, sino despertar conciencia sobre una de las decisiones más simples —y más poderosas— para cuidar la salud: irse a la cama a tiempo.
Dormir no es perder el tiempo. Es invertir en el corazón, en el sistema inmune y en la calidad de vida. Y según la ciencia, hacerlo bien y con regularidad puede marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad.














