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Los restos de Silvio Berlusconi, fallecido a los 86 años el pasado 12 de junio, siguen reposando "Villa San Martino", su mansión en la comuna milanesa de Arcore. La vivienda se ha convertido en lugar de peregrinaje de numerosos simpatizantes del magnate que se ha congregado en las puertas de la misma.

Mañana, a partir de las 15:00 horas (GMT+2), se llevarán a cabo los funerales de estado en la catedral de Milán, también conocida como "Il Duomo". Allí presentarán sus respetos las más importantes autoridades de la vida política, social y económica del país, encabezadas por el jefe del Estado, Sergio Mattarella.

La capilla ardiente se ha instalado en la histórica residencia del político, aunque finalmente sólo podrán visitarla sus allegados y no estará abierta al público por decisión de su familia, que ha alegado motivos de orden público, ya que dada su enorme popularidad se esperaba la presencia de miles de personas para darle su último adiós.

Sin embargo, la mansión ubicada a las afueras de Milán aún sigue siendo recordada por algunos como el escenario de uno de los episodios más oscuros en los cuales Berlusconi estuvo involucrado.

La mansión más conocida de Italia

"Villa San Marino" es una residencia que está ligada a la figura de Berlusconi desde hace años. En un artículo de El País, publicado en 2019, se menciona que "tras sus muros, ‘il Cavaliere' ha ido perfilando su personaje. Allí ha pulido su imagen de showman y ha cimentado su estrategia como político y como empresario de la televisión, la construcción y el deporte".

La vivienda principal tiene un vestíbulo con varias estatuas y 72 habitaciones, distribuidas dentro de sus tres pisos. La propiedad está rodeada por dos piscinas, una capilla, un campo de tenis y un gran parque privado. También se destacan su pinacoteca, una biblioteca con 10.000 volúmenes y un parque con establos. Dentro de esta última zona justo se alberga un mausoleo personal inspirado en la tumba de Tutankamón, además de un sarcófago de mármol rosa.

"La propiedad, una de las más fastuosas del norte del país, fue el escenario de los episodios más oscuros del magnate", continúa el artículo, haciendo referencia a las infames "noches bunga bunga". En 2010, jueces italianos revelaron que la mansión fue el lugar donde el magnate organizaba orgías y donde se dieron situaciones de abuso de poder e inducción a la prostitución de menores.

El 24 de octubre de 2013, ‘il Cavaliere' fue condenado a siete años de prisión por pagar los servicios sexuales de una prostituta que era menor de edad, y un mes después, el Senado italiano lo inhibió de poder ejercer cargos públicos. Sin embargo, esta fue reducida a un año de "trabajos comunitarios", gracias a una ley de indulto.

En una entrevista para el documental My Way: The Rise and Fall of Silvio Berlusconi (2016), el exprimer ministro enseñó al público la sala de la casa que se utilizaba para las orgías. "¿Le gustaría ver la famosa sala Bunga Bunga? ¿Se atreve?", le preguntaba al equipo documental antes de encender la luz del cuarto. Allí se pudo ver una habitación aséptica, con el techo artesonado, las paredes llenas de cuadros y presidida por una gran mesa llena de candelabros y preparada para varias decenas de comensales.

Antes de Berlusconi

El artículo de El País narra la historia de la propiedad antes de que sea parte del patrimonio de Berlusconi. "La mansión pertenecía al marqués Camillo Casati Stampa, casado en 1959 en segundas nupcias con Anna Fallarino". La mujer se enamoró de otro hombre y, en 1970, el marqués mató a los dos con uno de sus rifles de caza y después se suicidó.

Cuatro años después, Silvio Berlusconi compró la villa a la hija del marqués por una ínfima parte de su valor, apenas 250 millones de liras (unos 129.000 euros, al cambio actual). Al tiempo, la propiedad fue hipotecada por 7300 millones de liras (unos 3,8 millones de euros).

"Tras una reforma inicial y la reestructuración de la vivienda en torno a un antiguo pozo en el que levantó un despacho con baño, dormitorio y jacuzzi, llegó el ascenso y, más tarde, la decadencia", concluye el artículo.

Quién heredará la propiedad

Además de "Villa San Marino" y el resto de sus propiedades, el patrimonio de Silvio Berlusconi incluye empresas como Mediaset, Mediolanum, la editorial Mondadori y el equipo de fútbol A.C. Monza. Según indica El Confidencial, el patrimonio neto de "il Cavaliere" era de 4900 millones de euros (según datos de 2021, lo último que se divulgó), mientras que los dividendos repartidos a la familia eran de 150 millones hasta el año pasado.

Hasta su muerte, el empresario contaba con el 61% de sus compañías. Lo restante está en poder de sus cinco hijos: Marina y Pier Silvio, de su primer matrimonio, y Barbara, Eleonora y Luigi, del segundo.

Se espera que el imperio que dejó el exprimer ministro será controlado principalmente por su primogénita, la cual era considerada como "la favorita". Nacida en 1966, Marina Berlusconi es presidenta de Fininvest y del grupo editorial Mondadori.