

A los 97 años, siete meses y 15 días, el juez Carlos Santiago Fayt decidió presentar su renuncia como ministro de la Corte Suprema de Justicia a partir del viernes 11 de diciembre, sólo un día después del cambio de Gobierno y del fin del segundo mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien le redactó una carta en la que oficializó su dimisión. La salida de Fayt deja al máximo tribunal con sólo tres miembros, dos menos de lo que establece la Constitución Nacional para su funcionamiento, teniendo en cuenta que todavía no se cubrió la vacante que dejó en enero Eugenio Zaffaroni. Será el próximo gobierno, así, el que con el consenso de dos tercios del Senado, designe a los sucesores de ambos jueces.
"Tengo el agrado de dirigirme a la señora Presidenta de la República con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de Juez de la Corte Suprema de Justicia con efectos a partir del 11 de diciembre del corriente año. Saludo a la Señora Presidenta con las expresiones de mi consideración más distinguida", dijo Fayt en la escueta misiva que le redactó a la jefa de Estado. Designado como juez de la Corte en el regreso de la democracia, el 10 de diciembre de 1983, Fayt dejará el puesto exactamente 32 años después de tomarlo.
La salida de Fayt se venía conversando en la Corte desde hace varias semanas, según pudo saber El Cronista. Por eso, más allá de que la decisión fue del juez decano, la fecha para comunicarla se consensuó con el resto de los miembros y se formalizó ayer, con Fayt en el cuarto piso de Tribunales junto a sus pares Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton.
El abogado de Fayt, Jorge Rizzo, ex presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, le confió a este diario que la decisión la tomó "él sólo" y apuntó que "ni siquiera su esposa estaba al tanto". Rizzo, como muchos referentes del sector, cree que la decisión de retirarse el 11 de diciembre, el día después de la salida de Cristina de la presidencia, obedece a una chicana al kirchnerismo, que durante los primeros meses de este año intentó a través del Congreso someter a Fayt a un examen psicofísico para comprobar si estaba apto para ejercer su rol. Fuentes del sector consideran también que con su apartamiento, Fayt habilita al próximo presidente a negociar con la oposición cómo cubrirá las dos vacantes en la Corte.
En el máximo tribunal aseguran que, aun con tres miembros a partir de mediados de diciembre, la Corte seguirá funcionando con normalidad, aunque reconocen que "lo saludable sería que haya cinco jueces trabajando". En los próximos días se definirá además la fecha del homenaje que la Justicia le hará a Fayt por sus años de servicio.
Nacido en Salta el 1º de febrero de 1918, Fayt se recibió de abogado en 1940 en la Universidad de Buenos Aires. Luego de ser un jurista reconocido durante más de cuatro décadas, con el regreso de la democracia fue designado como juez de la Corte Suprema junto a Enrique Petracchi, fallecido el año pasado todavía en el cargo.
Ambos continuaron en como jueces más allá de la reforma de la Constitución de 1994, que estableció los 75 años como límite de edad para los integrantes de la Corte. Fayt los había cumplido en 1993, pero se mantuvo a raíz de una acordada que le permitió permanecer hasta ahora. Luego de ser cuestionado por el kirchnerismo debido a sus reiteradas ausencias en el máximo tribunal, el juez retomó las visitas a Tribunales en los últimos meses y, se prevé, así seguirá siendo hasta que se concrete su salida.













