El juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni dejó en claro que, según su punto de vista, el Código Penal no incide en el número de delitos que se cometen porque las penas no tienen efecto disuasorio y menos aún cuando los delitos son más graves. De todos modos, consideró imprescindible la actualización del Código.
“Creer que el Código Penal incide en la frecuencia delictiva es un error”, afirmó el Zaffaroni en una conferencia que dio anoche en la escuela TEA de periodismo. “El efecto disuasorio de la pena es algo que hoy, mundialmente, no lo cree nadie y, cuanto mayor gravedad tiene un delito, menor es ese efecto”, agregó.
En la misma línea, pidió “un replanteo del sistema penitenciario y policial”, porque lo que según él “realmente incide en la frecuencia delictiva es la prevención del delito”.
En medio del debate que desató el anuncio de la presidenta Cristina Kirchner de que este año enviará al Congreso el proyecto del nuevo Código Penal (luego de que le fuera presentado el anteproyecto elaborado por un grupo de legisladores y especialisyas en el que participó el mismo Zaffaroni), el juez de la Corte cuestionó el pedido del líder del Frente Renovador, el diputado Sergio Massa, de hacer un plebiscito para modificar el proyecto. “La consulta popular está prohibida, según el artículo 39 de la Constitución, respecto de las reformas constitucionales, tributarias y penales”, remarcó.
Para el magistrado, el Código Penal fue perdiendo la “organicidad y coherencia interna” que debe tener al haber sufrió más de 900 reformas. “Al no tener Código Penal, la certeza de lo prohibido y de la pena se pierde, como también la seguridad de respuesta. Hay un solo aspecto suficientemente demostrativo, que hace necesaria la reforma: no sabemos cuál es el máximo de la pena en prisión. Ese máximo se fija según opiniones personales, pero debe estar claro en la ley”, sentenció.
Zaffaroni sostuvo que hubiese querido incluir el aumento de las facultades de los jueces en el proyecto, pero aclaró que no tiene disidencias con la reforma. “Era cuestión de llegar a un acuerdo, todos tuvimos que ceder y negociar cosas para poder llegar a un acuerdo”, comentó.
Por último, enfatizó que la reforma “está centrada en la necesidad de evitar la pena en prisión por delitos menores”, ya que “la cárcel es una institución total, que tiene un efecto denigrante y regresivo sobre las personas”.