El Gobierno anunció que nuevamente alcanzó el superávit primario y financiero en abril, gracias a un aumento de los ingresos del 3,4% y una caída del gasto del 1,2%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, subrayó que en el cuarto mes del año, el superávit primario fue por $845.949 millones, mientras que el superávit financiero ascendió a $572.341 millones.
En el primer cuatrimestre, el superávit primario ascendió al 0,6% del PBI, mientras que el financiero trepó al 0,2%.
"Muchas gracias a Luis Caputo y a su equipo por hacer posible aquello que todos decían que era imposible. Después de 123 años de desastres en materia fiscal en el 2024 el equilibrio vino para quedarse", dijo el presidente Javier Milei.
El Gobierno destacó que el superávit se alcanzó luego del fin del impuesto PAIS, la baja transitoria de retenciones y la derogación de la suspensión de los certificados de exclusión, lo que incidió negativamente en la recaudación de las percepciones aduaneras en IVA y Ganancias
Así, desde el Palacio de Hacienda destacaron que "el orden de las cuentas públicas permitió reducir impuestos explícitos por el equivalente al 2% del PBI en 2024".
Crecieron los ingresos
Los ingresos en abril tuvieron una suba del 52,3% interanual, superaron los $10 billones,y se ubicaron por encima de la inflación para el mismo período (47,3%), lo que implica un crecimiento en términos reales de los fondos que ingresaron a las arcas del Estado.
Los ingresos reales tuvieron un aumento del 3,4% interanual, según estimó el Instituto de Análisis Fiscal (IARAF).
En el caso de los ingresos tributarios, el crecimiento fue del 7% real interanual, que compensaron la caída del 24% real que sufrieron los ingresos no tributarios.
Los recursos tributarios crecieron un 57,5%, empujados por las retenciones, que subieron 123,2% por la recuperación de la liquidación de la cosecha, en un que según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), liquidaron u$s 2.524 millones en el mes, un 32% más que en abril de 2024 y un 34% más que en marzo de 2025.
Sin embargo, los impuestos que empujaron realmente la recaudación fueron los aportes y contribuciones a la seguridad social, que crecieron un 85,1% pero implicaron ingresos por más de $3 billones.
Así, desplazaron al IVA como el impuesto de mayor incidencia, aunque este tuvo un crecimiento del 45,5% interanual y explicó $2,1 billones de la recaudación.
El impuesto a los débitos y créditos fue el tercero de mayor aporte, con más de $1 billón y tras crecer un 72,4% interanual.
Volvió la motosierra
El gasto, por su parte, tuvo un aumento del 45,6% interanual y alcanzó los $9,5 billones. Así, el gasto primario tuvo una caída real interanual del 1,2%.
Las prestaciones sociales fueron las que más presionaron sobre el gasto y demandaron $6,1 billones, lo que implicó un aumento del 57,2% en esta partida. Dentro de este segmento, las jubilaciones explicaron $3,7 billones.
Las remuneraciones demandaron $1,2 billones (un aumento del 41,5%, debajo de la inflación interanual), "producto de los incrementos otorgados en el marco de las políticas salariales acordadas".
Los subsidios económicos cayeron un 50,3%, empujados por la caída de los subsidios a la energía en un 67,7% interanual. Los destinados al transporte subieron un 35,1%.
Las transferencias a Universidades subieron un 182% y alcanzaron los $610.292 millones, mientras que las transferencias a provincias saltaron un 276% y demandaron $255.318 millones.
"El gasto en intereses bajó 25% en términos reales. En efecto, el superávit fiscal de $25.000 millones de abril de 2024 se transformó en un superávit de $572.300 millones en abril de 2025, siempre teniendo en cuenta la moneda constante de abril 2025", agregaron desde IARAF.