La especie de ‘cruzada ideológica‘ contra la dolarización que el gobierno instrumentó hace 10 días con medidas como la obligación de liquidar dólares de las exportaciones en el país para mineras y petroleras, y el control a las compras de dólares a través de la AFIP le generan mas problemas que soluciones.
Lo más conflictivo es que las medidas fueron tomadas en un contexto donde el estado anuncio que dejará poco a poco de subsidiar las tarifas de gas y electricidad cuyas futuras subas impactarán en los índices de inflación como siempre ha ocurrido en Argentina.
Más allá que el INDEC haya dado a conocer hoy que la inflación bajó en octubre y sorpresivamente es la más baja de los últimos 18 meses, habrá que ver que pasará desde diciembre con los pagos de vacaciones y aguinaldos si se van a las compras de dólares o a precios vía una mayor demanda.
Por lo tanto, el gran problema a resolver para el nuevo equipo económico que reemplace a Amado Boudou, será solucionar las distorsiones que genera un aumento en la demanda ante una oferta que no aumenta o dicho de otra forma más pragmática cómo hacer para evitar que suban los precios ante una particular situación como la que significa el virtual desdoblamiento del tipo de cambio con un dólar casi fijo para las exportaciones y las importaciones y un dólar flotante que no deja de subir para el resto de la economía.
El otro problema será solucionar un inconveniente que no tenía el gobierno antes de instrumentar las medidas para controlar la compra de dólares por parte de la AFIP. Antes el gobierno necesitaba evitar la gran fuga de dólares del sistema que llegó a casi u$s 300 millones por día. Pero ahora además de no haber detenido la salida el gobierno se compró varios problemas adicionales. Los bancos deben hacer frente a retiros de depósitos en dólares de cajas de ahorro o plazos fijo de los agentes económicos que temen que el gobierno los pesifique o haga algo.
Esto implica que con las medidas recientes el gobierno lejos de solucionar un problema se creó varios. Aceleró las compras de dólares en bancos, casas de cambio y en el mercado paralelo, hizo subir el valor del dólar en el mercado marginal, no mejoró la paridad del tipo de cambio oficial para la industria, y generó una corrida de depósitos innecesaria con la consecuente suba de la tasa de interés que impactará restringiendo el crédito.
¿Cómo hará el gobierno para evitar que los precios de los bienes y servicios se ajusten a un dólar de 5 $ del mercado paralelo o financiero frente a otro dólar oficial de $ 4,28?. Los desdoblamientos cambiarios para solucionar retrasos del tipo de cambio o mejorar competitividad nunca fueron eficaces en la historia económica argentina.
Los últimos casos son el ‘Plan Primavera‘ de setiembre del 87 con un dólar diferenciado para la industria y otro para el comercio exterior que dinamitó una moneda, el austral, y provocó las dos hiperinflaciones de la historia entre julio del 89 y marzo del 90 y provocó además la caída del gobierno de Raúl Alfonsín. Entre setiembre del 87 hasta marzo del 91 el valor de un dólar pasó de 1 a 10000 australes. El ajuste de los precios, del dólar y de las tasas de interés era inmediato en una carrera que solo se frenó al establecer la relación uno a uno entre el peso y el dólar que fijó el ‘Plan de Convertibilidad‘ a partir de abril del 91.
El otro ejemplo de desdoblamiento fue el de la ‘Convertibilidad Ampliada‘ que instrumentó Domingo Cavallo en marzo de 2001 utilizando una canasta de monedas con el dólar y el euro para evitar el retraso cambiario que generaba el uno a uno del Plan de Convertibilidad. También implicaba un virtual desdoblamiento del tipo de cambio y terminó con la salida de la convertibilidad, la caída del gobierno de Fernando de a Rúa, el mayor default de la historia económica mundial y una inflación del 40 % anual y una devaluación que llevo el valor del dólar de 1 a 3 pesos con una suba del 200 %. En ambos casos se demostró que los precios terminan ajustando con la suba del dólar y el valor más alto o sea el marginal o paralelo. Nada indica que la historia pueda repetirse porque el marco económico es diferente al de aquelllas épocas pero el gobierno no la tiene fácil.