La candidata de Progresistas, Margarita Stolbizer, se diferencia de sus competidores por la Presidencia en varios aspectos. El que sea la única postulante mujer es sólo uno de ellos. Además, no se mueve con un ejército de asesores a su alrededor, ni se la nota cansada por la campaña. "Los veo y todos están exhaustos, pero a a mí me gustaría tener un mes más", confesó ayer en la redacción de El Cronista, adonde analizó las elecciones del domingo y el futuro de su espacio político.
¿Cuál es su objetivo para estas elecciones?
En términos electorales es mejorar el resultado de las PASO, que no fue satisfactorio, pero nuestro objetivo político va más allá y es construir una alternativa progresista y ética, que es lo que la Argentina necesita. Eso no tiene fecha de vencimiento y trasciende la elección. Está claro que para eso necesitamos un buen resultado.
¿Cree que habrá ballottage?
Creo que sí, porque (Daniel) Scioli paga prácticamente todas las encuestas que se conocen y ninguna le da arriba del 40%. Entonces evidentemente no llega. Además no generan entusiasmo ninguno ni él ni los otros. Nosotros decimos desde hace mucho que los tres son iguales. No en vano los tres pudieron haber estado juntos en la última elección. Encima hacen esfuerzos por mostrarse parecidos entre ellos. Por eso al votante les da lo mismo, porque son lo mismo.
¿Cómo analiza la elección bonaerense?
Lamentablemente la Provincia termina siendo presa de la instalación de esta idea del voto útil, donde hay que elegir uno u otro y no me parece que las opciones planteadas como las favoritas sean hoy ninguna solución. La Provincia necesita gente con condiciones, capacidad y experiencia. Ir con más de lo mismo, que es Aníbal Fernández, no nos resuelve los problemas. Y en frente aparece María Eugenia (Vidal), que es una chica muy buena, pero no me parece que tenga la fortaleza y la experiencia para gobernar una provincia con estas complejidades. Viene de estar muchos años en el gobierno de la Ciudad, que es sustancialmente diferente. El territorio es 1.500 veces más pequeño, tienen un presupuesto del doble por habitante, entonces no es tan sencillo pensar en gobernar la provincia.
¿Teme que haya fraude?
Yo tengo una posición muy crítica de todos nuestros procesos electorales: los considero casi fraudulentos desde su inicio. Los funcionarios públicos gastan la plata de los contribuyentes para sostener sus campañas, violan las vedas, la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) hace la campaña con su candidato... La verdad, si después me roban dos boletas el día de la elección, ¿eso es el fraude? Yo creo que lo vienen cometiendo desde el inicio. Todos están en el margen de la ilegalidad desde siempre. El problema está en la inequidad de la competencia electoral. Eso es lo que vicia el procedimiento, no si te sacaron dos boletas.
¿Qué piensa cuando, no ya Mauricio Macri o Sergio Massa, sino Elisa Carrió y Ernesto Sanz piden voto útil?
Con Carrió a esta altura ya ni quiero perder el tiempo. Siento que es un comportamiento poco democrático y republicano, porque lo que buscan es eliminar competidores. Uno debe ser respetuoso del pluralismo y la diversidad. En democracia todos los votos son útiles porque todos contribuyen a fortalecer el pluralismo. Para nosotros, el voto útil es el voto por convicción.
¿Y la UCR? ¿La incluiría en la construcción progresista?
A la UCR no, a algunos radi cales sí. La UCR mostró que está dispuesta a bajar todas sus banderas históricas a cambio de un resultado electoral. Yo me siento mucho más radical que los que se quedaron adentro de la estructura partidaria. Siento que los represento mucho más. ¡Yo me fui cuando el radicalismo arregló con (Roberto) Lavagna! Me felicito a mí misma de haberme ido en 2007, porque sino me hubiera tenido que ir cada dos años, cada vez que hacen un acuerdo.