"El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya están ampliando la capacidad para producir más dosis de Sputnik V debido a la alta demanda de la vacuna rusa en América Latina". Así comienza el comunicado que llegó desde la tierra de Vladimir Putin que difundió hoy la Casa Rosada.
Después de admitir que no se cumpliría el cronograma para enero de recibir 5 millones de vacunas, con demora, un tercer avión de Aerolíneas Argentinas partió anoche a Moscú: si bien había trascendido que volvería mañana con 550 mil dosis, se informó que serán 220 mil. En total, entonces, habrán arribado 820 mil.
El "cuello de botella" en la producción para explicar el bajo stock, algo que se repite en el caso de otros laboratorios, ya era el argumento que el Gobierno venía esgrimiendo. Ahora, lo apuntalaron con el mensaje ruso.
"Es posible que algunos lotes presenten retrasos de hasta 2 ó 3 semanas. Sin embargo, Argentina, que ha sido uno de los primeros países en aprobar Sputnik V y con quien hemos establecido una sólida alianza, seguirá recibiendo la vacuna", prometió el gobierno de Putin.
Más allá de la demora, si bien ya no está tan claro el cronograma, desde la administración de Axel Kicillof insisten que podrán cumplir el objetivo de vacunar "6 millones de bonaerenses para abril". Su provincia, por peso demográfico, es la que más dosis recibe en cada tanda.
También a la espera de más vacunas, Horacio Rodríguez Larreta ultimó un plan de vacunación para inocular a los 460.000 mayores de 70 años que viven en la Ciudad de Buenos Aires.
"Volveremos al programa de entrega original una vez que se complete la actualización. Se informará debidamente a las autoridades sanitarias argentinas con un cronograma ajustado. Además, Anmat procederá, según lo previsto, con la verificación técnica de los sitios de producción del Sputnik V fuera de Rusia en las próximas semana", completa el comunicado ruso, en referencia a las plantas que se utilizarán en India y Corea.