

El exministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, consideró hoy que "es central llegar a un acuerdo político que permita controlar la inflación"y destacó que "nada se puede hacer con inflación de 40% o 50%".
En ese sentido, recordó que según datos del Banco Mundial "ningún país crece con inflación superior al 20%" y apuntó que desde 2010 a la fecha Argentina tiene niveles de inflación que exceden holgadamente ese porcentaje.
Fue durante un encuentro virtual organizado por la Fundación Mediterránea, en la que abordó el desencuentro entre la política y la economía.

Desde Bruselas, donde viajó por compromisos laborales, Remes Lenicov aseguró que la política es la que define "hacia dónde hay que ir". Sin embargo, instó a respetar las leyes de la economía, que "no están escritas pero existen".
Remes Lenicov aseguró que la política es la que define "hacia dónde hay que ir", sin embargo, instó a respetar las leyes de la economía, que "no están escritas pero existen"
Respecto de la vinculación entre la política y la economía, el extitular del Palacio de Hacienda a la salida de la convertibilidad, recordó cuatro casos exitosos.
El primero fue en la transición española, con el acuerdo entre el jefe de Gobierno Adolfo Suárez, y el líder del Partido Comunista, Santiago Carrillo. También en los años 80 fue posible un acuerdo entre el Likud y el Laborismo en Israel para combatir la inflación; en la década del 90 en Brasil, un proceso similar liderado por Fernando Henrique Cardoso, y también el caso del acuerdo político en Chile en los partidos democráticos y la dictadura de Pinochet.
Remes Lenicov consideró que para el corto plazo es clave resolver el tema de la inflación, y señaló que "es algo del siglo pasado, en el mundo no se discute más la causalidad" de la suba generalizada de precios.
Para ello, dijo que hay que alinear las políticas fiscal, monetaria, de ingresos y cambiaria, pero acá "hacen una política fiscal que mira para el norte, la monetaria va para el sur, la de ingresos va para el este, y la cambiaria para el oeste, así no se puede", en abierta crítica al Gobierno.
En el debate entre gradualismo y shock descartó la posibilidad éxito en el manual gradualista. "Ninguna política gradual funcionó", aseveró Remes Lenicov, y recordó que las dos veces que en los últimos años Argentina tuvo un período de 7 u 8 años de crecimiento continuo fue en 1989-91 luego de lo cual se impuso la convertibilidad, y en 2002, al salir de la convertibilidad bajo su gestión.
"Fue shock y se hizo porque estábamos al borde del precipicio", enfatizó. Y agregó: "La política tiene que convencerse de que así como vamos, no funciona. Esto es como una escalera, y el primer escalón en el corto plazo es la inflación".
"La política tiene que convencerse de que así como vamos, no funciona. Esto es como una escalera, y el primer escalón en el corto plazo es la inflación", subrayó el exministro de Economía
Para el largo plazo, en tanto, hay que trabajar en mejorar la competitividad, la productividad de todos los factores y la acumulación de factores productivos (capital, mano de obra calificada) pero teniendo como prioridad la generación de empleo.
Al respecto, Jorge Vasconcelos, economista jefe del IERAL, quien también disertó en el encuentro virtual, pasó revista a los desequilibrios macroeconómicos que hoy tiene el país, en especial el desorden en los precios relativos, el lado B del proceso inflacionario.

Y propuso corregir la superposición de Ingresos Brutos e IVA, porque 5 o 6 provincias que generan la mayor parte de la masa coparticipable, después se quedan sin recursos y terminan aumentando Ingresos Brutos, un impuesto claramente distorsivo. "Finalmente se genera menos riqueza y hay menos por coparticipación", apuntó Vasconcelos.
Un dato final. El exministro de Economía cuestionó también la creencia de que Argentina es un país rico por sus recursos naturales.
Para rebatirlo citó datos de un informe del Banco Mundial, según el cual el 50% de la riqueza de un país es la educación, el 40% es la riqueza acumulada pro el hombre y apenas el 10% corresponde a los recursos naturales, y dentro de ellos, apenas el 3% es la agricultura. Un debate que en las últimas semanas cobró vigencia por la pandemia.












