La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió hoy que “la economía mundial sufrirá crisis más frecuentes y más graves”.

En un informe titulado “Las futuras crisis mundiales”, que fue divulgado en París, la OCDE alertó sobre “cinco grandes riesgos potenciales para los próximos años: una pandemia, un ciberataque contra una infraestructura esencial, una crisis financiera, un conflicto socioeconómico y una tormenta geomagnética”.

Para la OCDE, “las consecuencias económicas de acontecimientos como la crisis financiera o una pandemia potencial van a amplificarse por la imbricación creciente de la economía mundial”.

La OCDE es una organización de cooperación internacional, compuesta por 34 estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales con el objetivo de maximizar su crecimiento y coayudar a su desarrollo y al de los países no miembros.

Fundada en 1960, se considera que la OCDE agrupa a los países más desarrollados y sus miembros representan el 70% del mercado mundial y el 80% del PNB mundial.

En su informe, difundido por agencias internacionales como la francesa AFP, el organismo refiere que “la epidemia de neumonía atípica (SRAS), en 2002, que se propagó rápidamente desde Hong Kong al mundo entero a medida que viajeros contaminados por el virus regresaban a sus países, puso en evidencia la creciente amenaza de las pandemias”.

“El número creciente de megalópolis muy pobladas, sobre todo en Asia, aumenta este riesgo”, en particular en “Dacca, Manila y Nueva Delhi, grandes plataformas para los viajes de negocios, turismo y migraciones”, afirma la organización.

La OCDE subrayó que “son totalmente necesarios nuevos antibióticos para hacer frente a la aparición de bacterias resistentes a los medicamentos”, y consideró que “incentivos fiscales y una aceleración de la concesión de patentes podrían alentar a las empresas a invertir”.

El informe describe también “como los incendios de maleza que destruyeron un quinto de la cosecha de trigo en Rusia en 2010 provocaron una nueva subida de los precios en los mercados mundiales de alimentos, desencadenando finalmente conflictos sociales en Oriente Medio”.