La demanda que inició en los juzgados de New York el fondo buitre Aurelius Capital Management por u$s 83,7 millones por los cupones PBI y la modificación del cálculo de crecimiento podría sumar nuevos jugadores y trae una amenaza latente.

Varios fondos buitres comenzaron a indagar la posibilidades de sumarse. Aunque recién comenzó y ayer se conoció que se desestimó otra demanda por u$s 35 millones contra la Argentina, aún hay u$s 750 millones en bonos argentinos que mantienen el estatus de default.

Pero en el medio apareció otra amenaza latente que podría "explotar" al próximo gobierno y muchos recuerdan la intención de compra de los cupones en 2018. "Cambiemos intento hacer fue una emisión que se iba a utilizar para una recompra de los cupones PBI para retirarlos del mercado pero hubo inconvenientes legales que trabaron el tema", recordó un especialista que siguió de cerca el tema. En esos tiempos, la estimación era que la Argentina iba a crecer por arriba de 3% el inconveniente era cuál iba a ser el año de "empalme" de la serie. La Procuración del Tesoro había recomendado a finales de 2017 tomar entre 2004 y 2006 como empalme porque fue a partir de 2007 cuando apareció el nombre de Guillermo Moreno pegado al Indec, y de esa manera no se los podía acusar de actuar de mala fe.

Pero aunque hoy el problema que argumenta Aurelius es una diferencia entre lo que cobró y lo que entiende que debería haber cobrado con la "vieja" fórmula para calcular el PBI, lo que el equipo que en ese momento comandaba Luis "Toto" Caputo intentaba hacer con la recompra era evitar otro tipo de demanda.

"El problema importante que muchos creían que se iba a tener y que en realidad era el que se esperaba evitar con la recompra de los cupones era para cuando la Argentina creciera por arriba del 3% -algo que estaba previsto para el año pasado- porque ahí si se iba a tener que determinar que sería estadística se iba a usar", agregó la misma fuente.