La Justicia cerró la causa penal que se inició el mes pasado por el decomiso en Ezeiza de armas y equipamiento de comunicaciones de un avión de la Fuerza Aérea estadounidense, pero el Gobierno no devolverá por ahora el material militar.

El juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky resolvió ayer dar por cerrada la investigación luego de comprobar que los militares estadounidenses que habían llegado al país invitados por el gobierno de Cristina Kirchner a dar un curso de entrenamiento a la Policía Federal no cometieron delitos al intentar ingresar material no declarado al país. Sin embargo, la carga secuestrada por la Aduana el 10 y 11 de febrero seguirá en un contenedor cerrado en el aeropuerto hasta que termine la investigación administrativa iniciada por la presunta contravención del Código Aduanero, según aseguró un funcionario de la Aduana a El Cronista. Ese proceso no tiene tiempo límite, con lo cual el gobierno de Barack Obama no recibirá la respuesta a sus repetidos reclamos para que se devuelva la carga incautada, que según la Aduana incluye armas, equipamiento para comunicaciones y medicamentos y psicotrópicos, algunos de ellos vencidos.

El funcionario aduanero explicó que el organismo que controla el ingreso y el egreso de mercancías al país tiene la potestad de decidir sobre los bienes incautados. Luego de la investigación, la Aduana podría optar por tres caminos: establecer una multa al gobierno de Estados Unidos por haber intentado ingresar el material; decomisar la carga lo cual podría derivar en el remate, la donación o la destrucción de los bienes o determinar que no se violó el Código Aduanero y devolver sin más los cajones incautados en un procedimiento que fue supervisado personalmente por el canciller Héctor Timerman por orden de la Presidenta.

Ayer, luego de la decisión de Aguinsky, la Aduana distribuyó un comunicado en el que explicó que la intervención aduanera tuvo lugar a partir de las diferencias constatadas entre lo declarado por las autoridades estadounidenses y lo efectivamente verificado, a instancias de las acciones de control ordinarias del organismo.

La Aduana descubrió inexactitudes entre la mercadería presentada por las autoridades militares de EE UU según packing list y la declarada en la Solicitud de Admisión Temporaria presentada a instancias de la embajada de los EE UU.

El miércoles, el gobierno

de Estados Unidos reclamó que Argentina le devuelva el equipamiento militar. El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo: Aún queremos que nos devuelvan nuestras cosas, y aún estamos en conversaciones con el gobierno de la Argentina para tratar de resolver esto.

El avión revisado por la Aduana fue un C-17 Globemaster III, de la fuerza aérea de los EE.UU., que transportaba personal y material para entrenar al personal del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) de la Policía Federal. En esa ocasión, el canciller Héctor Timerman calificó de sospechosos los materiales incautados y aseguró que no figuraban en el listado de buena fe provisto por la Embajada.

Pocas horas después del episodio, la propia Presidenta buscó apelar al sentimiento nacional. Durante un discurso en Calafate, Cristina pidió: piensen en argentino, piensen en su país porque la defensa nacional no puede tener bandería política.