La cúpula de la Confederación General del Trabajo recibió hoy al gobernador bonaerense Axel Kicillof y a una parte del gabinete provincial para reforzar una alianza política que tiene varias aristas y que se acrecienta con el correr de los meses.

El encuentro tuvo una duración de más de dos horas y el comunicado de prensa emitido da señales claras del entendimiento entre las partes: Kicillof se muestra junto a los líderes sindicales en pleno debate por la reforma laboral y estos destacan “el trabajo que viene llevando adelante el Gobierno de la Provincia en defensa del empleo, la producción y los derechos laborales”.

Incluso fueron más allá: “Subrayamos la importancia del rol de Axel Kicillof en el escenario federal, en tanto gobernador de la provincia más grande y poblada del país, y remarcamos la necesidad de fortalecer el trabajo conjunto con las y los gobernadores de todo el país”.

Los puentes entre el kicillofismo y el sindicalismo están tendidos desde hace meses, con reuniones formales o informales, la adhesión de dirigentes gremiales al Movimiento Derecho al Futuro y la participación en actos como aquel en el que se homenajeó a José Ignacio Rucci en La Plata. Algunos actores no alineados al gobernador habían criticado ese gesto.

Mientras que el kirchnerismo cristinista no deja de sentirse incómodo con la CGT y ve en el gobernador a un adversario dentro de la interna, el mandatario provincial no evita, sino que busca el contacto sindical.

De hecho, hoy estuvo acompañado por la vicegobernadora Verónica Magario; por su mano derecha, Carlos “Carli” Bianco; y por el ministro de trabajo, el dirigente del sindicato de Curtidores, Walter Correa, alguien que tiene contacto pleno con el edificio de la calle Azopardo.

Formalmente, la charla estuvo centrada en la situación laboral y el proyecto de reforma laboral que el Senado tratará en febrero.

“Se planteó la preocupación respecto de los alcances de una reforma laboral regresiva, flexibilizadora y precarizadora, como la que impulsa el Poder Ejecutivo, que amenaza derechos históricos de las y los trabajadores y no ofrece respuestas a la profunda crisis económica que atraviesa el país”, señaló el comunicado.

Sin embargo, uno de los presentes en el encuentro, en diálogo con El Cronista destacó el hecho que Kicillof haya ido acompañado “por medio gabinete”.

“Fueron Carli, Cristina Álvarez Rodríguez, el ”Cuervo" Larroque. Pero me parece que lo importante también es que haya ido Verónica Magario en el contexto del debate por el PJ Bonaerense", señaló uno de los invitados a la reunión.

La semana pasada comenzó el proceso para renovar las autoridades del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires que hoy conduce Máximo Kirchner.

El peronismo elegirá en marzo a su nueva conducción y cerca del gobernador quieren disputar ese espacio. Algunos meses atrás, Larroque había deslizado que podría participar, aunque hoy haya más fichas puestas en la vicegobernadora.

Magario, exintendenta de La Matanza, supo tener una estrecha relación con Cristina Fernández de Kirchner, pero hoy mantiene distancia de La Cámpora, en particular cuando se trata de su función institucional como presidenta del Senado provincial.

De hecho, en las últimas semanas hubo un debate por la constitución de las autoridades de esa cámara y, contradiciendo la intención del cristinismo, Magario pateó esa decisión para febrero, el mismo mes en el que se presentarán las listas para el PJ bonaerense.

Hoy, además de Kicillof, Magario hizo uso de la palabra frente a la CGT. La reunión fue por la reforma laboral, se dirá oficialmente, pero la política partidaria no se quedó afuera de la sede de la calle Azopardo.