El presidente Javier Milei sostuvo nuevamente que no habrá una devaluación y que hay "periodistas operadores que se quejan de los salarios en dólares" y que "piden devaluar para bajar los salarios y así poder seguir viviendo de modo cómodo".
La respuesta del presidente fue a la editorial del periodista Carlos Pagni, en la que dio cuenta de la salida de dólares que registró la cuenta turismo en enero pasado y el nivel de los salarios medidos en dólar blue, que, agregó, "plantea un problema para la competitividad".
El gráfico mostrado, elaborado por el economista Fernando Marull, muestra que la salida de dólares por turismo alcanza un máximo que no se registraba desde 2018 y asciende a los u$s 1.322 millones.
En paralelo, muestra que el salario se ubica en u$s 1.091, por debajo del salario registrado en 2018.
Para el periodista, este nivel de salarios en dólares "plantea un problema de competitividad".
El presidente respondió a ese análisis señalando que se trata de "operadores de la devaluación" que "se quejan de los salarios en dólares diciendo que eso golpea negativamente sobre la competitividad".
"¿Acaso creen que se progresa empobreciendo a los trabajadores? Es como creer que para salir del pozo habría que cavar más en el mismo. Lo que no dicen esos operadores empobrecedores que las empresas, fruto del desmanejo de los políticos (que encubren a cambio de vaya uno a saber de que favores), destruyeron el país y el stock de capital es muy bajo y cuando el país mejora pretenden tener retornos no alineados con el nuevo nivel de riesgo país. Así pretenden seguir teniendo muy altos retornos para el bajo nivel de capital que tienen y así seguir sosteniendo su fastuoso nivel de vida", agregó el mandatario.
Por último, agregó que las empresas "en lugar de ganar eficiencia" y piden "devaluar para bajar los salarios y así poder seguir viviendo de modo cómodo", que seguirá con la baja de impuestos para mejorar los salarios y que si "el mercado registra dichos salarios es porque las empresas lo pagaron (de no ser así, el desempleo estaría por las nubes)".
En el mismo sentido se expresó el asesor del ministro de Economía y director del BICE, Martín Vauthier, quien sostuvo: "Sin voluntad de bajar costos vía reducción de impuestos (gasto público), regulaciones (lobbies varios) o rentabilidad del capital (incertidumbre), nos acostumbramos por décadas a que la variable de ajuste sea el salario vía devaluacion e inflación. Resultado: decadencia y pobreza".
Su par, Felipe Núñez, agregó que "hay que cambiar el chip porque las mejoras de competitividad van a venir por el lado de la baja de impuestos, inflación y tasa de interés y no de licuarle el ahorro y los salarios a la gente con devaluaciones".
"Es por lo menos curioso que se piense que el TC esta atrasado cuando la inflación convergió al crawling peg, el riesgo país descendió a los 750 ptos, las exportaciones están aumentando en cantidades y el BCRA compró mas de USD 23 mil millones", concluyó, en respuesta a un tuit en el que plantean que, ante los reclamos sobre la liberación del dólar, la respuesta del Gobierno suele ser que no habrá devaluación.
El exministro de Hacienda, Hernán Lacunza, planteó un contrapunto: "Suba de salarios en dólares. Si es por aumentos de productividad eso es el desarrollo. Si es porque sube todo en pesos menos el dólar puede ser síntoma de atraso cambiario. Lo segundo suele ser abrupto y transitorio. Lo primero, parsimonioso y permanente".
¿Salarios altos en dólares?
El salario en cuestión al que se hace referencia es el medido por el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) que en diciembre fue de $1.202.927,89.
La propia Secretaría de Trabajo aclara que el RIPTE no puede ser considerado un indicador de evolución de los salarios, ya que se trata de un indicador previsional que no refleja el comportamiento de los salarios registrados porque no incluye a la totalidad del empleo asalariado registrado ni a todos los conceptos salariales.
Según la metodología señalada, el salario en dólares en noviembre de 2023 era cercano a u$s500.
Sin embargo, tomar la medición de los salarios en dólares puede resultar engañoso ya que no habla del poder adquisitivo real de los mismos, en parte porque el dólar (en especial el paralelo) presenta fluctuaciones. Es por eso, que la operación más útil es la de comparar su evolución contra la inflación.
En el caso de la comparación con la inflación, los salarios privados registrados en diciembre cerraron 2024 con una suba del 13,8% interanual, según estimó la consultora Invecq.
Si se corre la comparación hacia noviembre de 2023, teniendo en cuenta que a días de asumir el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció una devaluación de más del 50%, los salarios privados registrados crecieron 0,7% real interanual.
Sin embargo, otra variable interviene en esta comparación, que es la canasta sobre la que se mide la inflación. Indec elaboró una nueva actualizada en base a una encuesta de consumo de los hogares realizada en 2018, aunque aún no entró en vigencia y la medición se hace sobre la encuesta de 2004.
Las diferencias fundamentales entre ambas canastas es que en la última los alimentos pierden peso sobre el total del gasto mientras que los servicios ganan participación. Esto último cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que son los servicios los que tuvieron las mayores subas y sus aumentos casi duplican los de los bienes.
Desde Invecq estimaron que si se toma la canasta reformulada sobre la encuesta de 2018, los salarios del sector privado habrían caído entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024 un 5,7%.