“La aceleración inflacionaria de los últimos meses viene erosionando el poder de compra del salario, a una velocidad sin precedentes”, encabeza el informe semanal elaborado por el Banco Ciudad. Según ese mismo documento, la de noviembre resultó la quinta caída mensual consecutiva de los salarios reales del sector privado registrado y, considerando la aceleración inflacionaria de diciembre, el año pasado habría finalizado con una contracción del poder de compra de este segmento cercana al 2%.
Según los últimos datos del INDEC, en noviembre los salarios de la economía aumentaron en promedio un 2,4% mensual y 26% con respecto a un año atrás, con un alza de los ingresos de los trabajadores privados formales del 1,8% y 25%, respectivamente. Algo, bien diferente a las mediciones privadas que indican que la inflación minorista trepó en el anteúltimo mes del año al 2,6% mensual y 26,8% interanual.
“Tras disminuir casi un 1% en 2012, se trataría del segundo año consecutivo con salarios reales en baja, aunque (por su magnitud) la de 2013 sería la caída más pronunciada desde el año 2007, cuando la inflación escaló por primera vez por encima del 20% (de hecho, esto marcaría un claro quiebre en la dinámica del salario real entre el primer y el segundo mandato de Cristina, luego de las alzasininterrumpidas observadas entre 2008 y 2011)”, reproduce en informe.
Bajo la tutela del economista Rogelio Frigerio, el documento alerta del efecto que la pérdida en el poder adquisitivo puede tener en el consumo, "uno de los principales motores del crecimiento económico de 2013".
"En enero, lejos de detenerse, la caída del salario real se habría profundizado, con un piso en la suba de los precios minoristas del 3% al 4% (29% interanual), impulsada por las alzas dispuestas en colectivos, naftas, peajes, vuelos de cabotaje y alimentos, que se agregan a factores estacionales propios del primer mes del año. De esta manera, la caída acumulada de los salarios reales del sector privado sumaría más de 6% en los últimos 7 meses, dejando por saldo la mayor disminución de los últimos seis años, habiéndose erosionado plenamente el efecto de las subas pactadas en las últimas paritarias", detalla.