Pese al notorio entusiasmo del jefe de la CGT oficial, Antonio Caló, con la intención de Daniel Scioli de avanzar en un acuerdo social tripartito si resulta electo presidente, la propuesta sigue provocando fuertes resistencias puertas adentro del universo sindical. A las críticas de los referentes de la propia conducción nacional de la central obrera, que transmitieron el martes sus quejas al propio Caló por haberse embarcado con la iniciativa sin consultar a sus pares, se sumaron ahora los cuestionamientos de la CGT regional Córdoba que directamente juzgó "alarmante" la apuesta de un pacto social que, en su opinión, solo busca "suspender" la libre negociación salarial.

"Superada la crisis de 2000, no hay espacio institucional para un consejo económico y social, herramienta para la concreción de un acuerdo", aseguró la cúpula de la CGT cordobesa en un duro comunicado en el que acusó a sectores empresarios, encabezados por la Unión Industrial, de alentar un pacto para "poner un techo a los salarios".

Y agregó: desde 2003 existe plena y ejemplar concertación, gracias a la vigencia del modelo sindical ya que han podido desarrollarse, de forma regular, año tras año y sin interrupciones, las rondas de negociación colectiva, pruebas más que evidentes de la vigencia de un diálogo social rico en contenido".