Los últimos datos sobre la evolución de distintas áreas claves de la economía no son alentadores pero en materia financiera, la crisis cambiaria parece haber entrado en un periodo de mayor tranquilidad. Pese a que en el mercado algunos analistas creen que esa ‘pax cambiaria’ es solo circustancial y el problema de fondo no se solucionó, lo cierto es que la menor volatilidad es una buena noticia para el Gobierno.
Pese a que el frente cambiario sigue bajo la mirada atenta del Banco Central, la estabilización del precio del billete le da oxígeno al Ejecutivo. De seguir esta situación en las próximas semanas, el próximo paso de la autoridad monetaria sería el de comenzar a analizar una relajación en las tasas de interés de referencia.
El acuerdo con el FMI se proyectó un escenario más benévolo para este año
El Banco Central definió el martes a la tasa de Letras de Liquidez (Leliq) a siete días como la nueva referencia de política monetaria y la dejó en el 40% anual, y advirtió sobre una aceleración inflacionaria en junio. “Las decisiones de la autoridad monetaria se concentrarán en un instrumento cuya influencia operativa será cada vez mayor en un contexto de reducción gradual del stock de Lebac , argumentó el organismo en un comunicado.
Para el futuro y cuando se deba analizar una posible reducción de las tasas, el BCRA creó el Comité de Política Monetaria (COPOM) conformado por el presidente, el vicepresidente, un director designado por el Directorio y el subgerente general de Investigaciones Económicas.
En este contexto, el acuerdo del FMI es un punto clave para el Gobierno y el cumplimiento de las metas pautadas serán seguidas con atención por los analistas de mercado.
“La salud del acuerdo con el FMI se basará en el cumplimiento de dos compromisos claves: cumplir con las metas en materia fiscal, como también la meta de reservas del BCRA , sostiene Ramiro Castiñeira, titular de la consultora Econométrica.
El acuerdo con el FMI se proyectó un escenario más benévolo para este año, donde pese a todo, se lograría un crecimiento del +0,4% en 2018. Pero a semanas de firmado el acuerdo, el staff del organismo tomó distancia de los números y estimó un escenario alternativo con una caída del -1,3% para este año.
“El resto de los compromisos los consideramos de ‘segunda categoría’, que no pondrán en riesgo los desembolsos pautados en el programa firmado. Incluso entra en esta categoría la inflación, con chances de que finalmente supere el límite de 32% este año pautado en el acuerdo. Más recordando que el staff del FMI reconoce que el escenario base del acuerdo nació desactualizado , agregó Castiñeira.
La crisis inició un proceso recesivo en el segundo trimestre del 2018, que desde Econometrica estiman podría finalizar en el segundo trimestre del 2019, con la recuperación de la cosecha. En mayo último la economía cayó con notoria fuerza un -5,8% interanual y podría finalizar el año con una baja promedio del -1,5%.
Respecto de la meta fiscal para 2018, el déficit primario se pactó en un máximo de $365 mil millones (-2,7% del PBI). Meta que descontamos se logrará cumplir, devaluación mediante que licuó gastos, agregó el economista.
La recuperación obedecerá al desplome importador y no a un salto exportador
“Se observa una mayor distensión en el frente cambiario, los efectos residuales de la suba del tipo de cambio verificada en el bimestre mayo-junio comienzan a hacerse palpables no sólo en los datos de inflación, sino también en los indicadores de la economía real (sumándose a los efectos de la sequía) y del sector externo, donde diversas señales apuntan a una corrección del desequilibrio de la cuenta corriente del balance de pagos , indican desde el Banco Ciudad e su último informe semanal.
Reservas y tipo de cambio
“Lo primero que hay que entender, es que julio fue muy favorable para los mercados en términos generales; el dólar estable ayudó a que hubiese más optimismo en el mercado en general, bajó el riesgo país, y cambió algo el ánimo inversor también. El dólar futuro te da la pauta de que la divisa parece estar controlada, al operar a valores de $31 y $32 hacia fin de año. Así como decimos esto, igual somos muy conscientes que este es en realidad un primer paso, de un camino muy complejo de recuperación que va a llevar su tiempo , afirmó Pablo Castagna, Director de Portfolio Personal.
Conectado con la tranquilidad cambiaria, desde Ecolatina destacaron que “en la segunda mitad del año, el rojo de bienes y servicios se reducirá, principalmente por el enfriamiento económico y la mejora cambiaria. Esta recuperación obedecerá al desplome importador y no a un salto exportador, por lo que será el resultado del círculo vicioso de ‘menos actividad-menos importaciones’ y no del círculo virtuoso ‘más competitividad-más exportaciones’ .
Respecto de la meta de reservas, el FMI no aceptará malvender reservas para defender el tipo de cambio, tal como es la historia argentina casi sin importar la década que uno analice, indicaron desde Econométrica y agregaron: “El proceso se repite con insistencia, el exceso de emisión monetaria para financiar al Estado, a la corta culmina en una corrida contra las reservas. El FMI exige parar de emitir y dejar el dólar libre, algo que Argentina no logró en toda su historia desde que creó el Banco Central. Ni en la convertibilidad lo logró, cuando la paridad del peso estaba dictaminada por una ley del Congreso y no por el mercado .
“La disminución de ventas de reservas en el mercado de cambios hasta dejar el dólar libre, es parte crucial del acuerdo con el FMI. El mes pasado el Gobierno vendió 100 millones diarios (u$s 2.000 millones en el mes). Este mes se propone bajar el ritmo a la mitad, u$s 50 millones diarios (u$s 1.000 millones en el mes) y descontamos continúe su reducción hasta dejarlo libre y estabilizar las reservas del BCRA remarcó Castiñeira.
“La mayor estabilidad en el frente cambiario viene siendo acompañada por una gradual descompresión de otras variables financieras, que de continuar podría ir normalizando paulatinamente el escenario de financiamiento al sector privado. No obstante ello, así como los datos de precios ya habían comenzado a reflejar los impactos de la depreciación reciente del peso, otras variables vinculadas a la economía real o al sector externo también empiezan a capturar los efectos de dichos movimientos , sostiene el equipo de economistas del Banco Ciudad. “Una estabilización duradera del frente cambiario y financiero, junto con una recomposición de los salarios reales y el impulso esperado del agro derivado de la nueva campaña de trigo, serían elementos clave para comenzar a detener esta tendencia y encarar el 2019 con un envión positivo , subrayaron desde la entidad financiera.