El Gobierno acelera el decreto para extender el pago de asignaciones familiares a los trabajadores con ingresos superiores a $ 316.731 mensuales por grupo familiar que no pagan impuesto a las Ganancias. La titular de la Anses, Fernanda Raverta, adelantó que la normativa saldrá en los próximos días del Ministerio de Economía y que alcanzará a unos 900.000 niñas y niños. De implementarse a partir de marzo y con la actualización de haberes prevista por ley de movilidad, la medida tendría un costo fiscal de unos $ 2200 millones por mes.
Sería un costo mínimo para dar solución a uno de los reclamos de los gremios, que personificó el secretario adjunto de Camioneros Pablo Moyano. Aunque el malestar de parte del sindicalismo con el Ejecutivo perdura. Anualizados, esos $ 26.000 millones adicionales de asignaciones familiares (sin contar las futuras actualizaciones trimestrales) representan una décima parte de lo que el Gobierno recaudó por los adelantos extraordinarios de Ganancias a las grandes empresas, por ejemplo. También es poco más del 10% del ahorro fiscal registrado en enero de 2023 contra enero del 2022 que, según Analytica, significó $ 220.000 millones a valores constantes.
Las asignaciones
La asignación más baja, que cobran familias con ingresos totales de hasta $ 316.731, está en $ 2059 por hijo para los habitantes de la zona 1. Desde marzo, con una actualización del 18%, subiría a $ 2430. El mínimo no imponible de Ganancias es de $ 404.062 desde enero. Los trabajadores que pagan el impuesto deducen un monto por cargas de familia que, algo que equivale a la cobertura que hace el Estado al resto de los niños y niñas por asignaciones y AUH.
"Queremos asimilar el tope máximo de ingresos para las asignaciones familiares con el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, de tal manera que nunca queden chicos que no reciben asignaciones familiares", dijo Raverta a Página/12. "Sería un decreto que disponga que ambos valores se asimilen de manera automática y los 900.000 nenes y nenas que calculamos que están hoy en esa franja podrían empezar a cobrar la asignación equivalente al último tramo", añadió.
Malestar en los gremios
La medida, que mejoraría el ingreso de una franja de trabajadores de poder adquisitivo medio, es una de las que reclamaba un sector de la CGT, encabezado por Pablo Moyano. Pero no eliminará las rispideces entre parte de la dirigencia gremial enfrentada con la conducción de "los gordos" (sectores con mayor cantidad de afiliados) y que también tensiona con el Gobierno.
La cúpula de la CGT, en cabeza de Héctor Daer, centralizó la relación del sindicalismo con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, con quien se reunirán en los próximos días. La semana pasada, mientras Daer firmaba con Gobierno "Precios Justos", el secretario general de Camioneros, Hugo Moyano, visitó al titular de Peones de taxi y de las 62 organizaciones, José Ibarra. Del almuerzo también participaron Facundo Moyano (Peajes) y gremios estratégicos del sector energético, nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de Hidrocarburos, Energía y Combustibles (Catheda). La foto fue para manifestar la construcción de una alternativa a la conducción de la CGT y cierto descontento con el Gobierno por la falta de cumplimiento de algunos reclamos.
Los gremios más combativos reclaman dinero para obras sociales que Massa les prometió regularizar, pero que volvió a pisar. Y, también, cambios adicionales en Ganancias. Detrás de la bandera de la eliminación del impuesto a los ingresos se suma uno más técnico de actualización del mínimo (llevarlo a entre $ 500.000 y 600.000) y de las escalas. Los gremios con trabajadores que perciben salarios altos (camioneros, bancarios, empleados del gas y el petróleo) caen rápidamente en la alícuota más alta. Hay, estimaron, 800.000 asalariados en esta situación, que empioja la paritaria y será un obstáculo adicional para alinear con la expectativa de inflación oficial.
La alineación de las paritarias con los "Precios Justos" todavía no está en la agenda de los gremios. Como la mayoría de las negociaciones empiezan entre marzo y abril, esperarán tener un mejor panorama del recorrido de la inflación en estos meses.