El Gobierno nacional revivió este miércoles su enfrentamiento con los empleados de los hospitales públicos al anunciar más de 100 despidos en el Posadas y el descuento del día a los trabajadores que participaron de las medidas de fuerza llevadas a cabo en el Garrahan.
"En el camino hacia una salud pública eficiente, transparente y al servicio de los argentinos, el Gobierno continúa con el reordenamiento profundo de los hospitales nacionales. Como parte de este proceso, se decidió despedir a 110 personas del Hospital Posadas que no cumplían con sus tareas", informaron esta tarde desde la cartera que encabeza Mario Lugones.
En Salud sostienen que se trata de personas que "directamente no iban a trabajar".
"Luego de auditorias internas y controles de asistencia, se comprobó que estos contratados no cumplían con sus funciones o presentaban ausencias reiteradas injustificadas. Cada caso fue evaluado individualmente, y se siguieron todos los procedimientos legales y administrativos correspondientes", afirmaron.
"En esta gestión no hay lugar para ñoquis ni acomodos. Cada peso que se malgasta en quienes no trabajaban, ahora se va a invertir en quienes si ponen el cuerpo todos los días, en mejores insumos, equipamiento y atención para los pacientes", insistieron.
A la misma hora en la que el Gobierno anunciaba esta nuevo paso de la motosierra, residentes y los científicos del Garrahan llevaban adelante su reclamo por las reivindicaciones salariales de esa institución.
Los trabajadores de ese nosocomio que se plegaron a las últimas medidas de fuerza en el edificio también tendrán un castigo por parte del ministerio: se les descontará el día en el recibo de sueldo.
"Se le solicitó a la Secretaria de Trabajo que levante de inmediato la Conciliación Obligatoria dictada por la situación del Hospital Garrahan, debido al incumplimiento deliberado del sindicato ATE. El gremio eligió violar la ley y perjudicar a los pacientes. Por eso, también avanzaremos con el descuento del día a todos los trabajadores que se sumaron a estas medidas de fuerza ilegales", manifestó la cartera.
"Los hospitales no son refugios políticos ni oficinas de empleo: son espacios donde se salvan vidas. Vamos a seguir limpiando el sistema, sin miedo y sin pausas, para que la salud pública vuelva a estar al servicio de la gente y no de la casta política sindical", aseveraron, en un nuevo capítulo de una disputa que promete extenderse en las próximos días.