En medio de los cortocircuitos internos en el Gabinete, la presidenta Cristina Kirchner recibió ayer a funcionarios del área económica en la Casa Rosada, con quienes habría analizado la evolución del dólar y aspectos vinculados con la crisis en el suministro de energía eléctrica que afectó a miles de usuarios.
Por segunda vez desde su retorno post-vacaciones, la jefa de Estado apareció en su despacho de manera sorpresiva, ante las marchas y contramarchas que vienen protagonizando sus ministros con diferentes anuncios.
"Puede haber al interior del Gobierno diferentes puntos de vista, pero después hay una sola cabeza que toma las decisiones, que es la presidenta de la Nación", intentó negar las rispideces el ministro de Economía, Axel Kicillof. Con todo, admitió las disidencias que desnudó la desmentida de un supuesto proyecto oficial que pretendía modificar el impuesto a Bienes Personales.
En el despacho del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evaluaban ayer un retiro comunicacional del área económica, dejando ese lugar a Kicillof, convertido el día anterior en el único portavoz presidencial que cerró la polémica.
El regreso a las actividades de la mandataria en la Rosada de ayer se produjo un día antes de cumplirse un mes de su último discurso público, pronunciado durante el acto que organizó el Gobierno por los 30 años del retorno de la democracia. Todavía sigue el misterio oficial sobre su reaparición detrás del atril.
Cristina Kirchner volvió a concentrar su actividad sobre el área de Economía, ya que en su despacho recibió al ministro Axel Kicillof; al de Planificación Federal, Julio De Vido; al titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, y al secretario de Obras Públicas, José López.