El fondo Elliot Management, propiedad de Paul Singer, acusó ayer a la AFIP de "mentir" por vincularlo con el cierre de Delphi Packard Argentina, y consideró que "son intentos desesperados del Gobierno para ocultar sus propios fallos en materia económica”.
En un breve pero duro comunicado, Elliott remarcó que "no ha tenido ninguna acción de Delphi en casi un año" y afirmó que "esto es fácilmente detectable en las presentaciones públicas" del fondo. También se desvinculó de Donnelly (la gráfica que cerró el año pasado y por la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusó a los buitres de estar detrás de su "fraudulenta" quiebra".
"Elliott nunca tuvo acciones de Donnelly. Cualquier conexión entre Elliott y Donnelly fue una completa invención del gobierno argentino", sostuvo el comunicado del fondo de Singer.
Y plantéo que "estas últimas acusaciones sobre Delphi son igualmente ridículas. Representan un intento triste y desesperado del gobierno argentino para distraer al público de los propios fracasos económicos". La respuesta de Elliott llegó luego de que, como informó ayer El Cronista, la AFIP denunció penalmente al fondo buitre por vaciamiento y el cierre de la autopartista Delphi Packard Argentina y pidió a la Justicia que libre un exhorto a la SEC (Securities and Exchange Commissions) para que informe quiénes son los accionistas de esa empresa.
Delphi comunicó a sus 470 empleados en diciembre que dejaba el país, lo que generó numerosas protestas de los obreros, que gestionan ante las autoridades mantener abierta la fuente de trabajo. Mientras se exige que Delphi pague las indemnizaciones, hay dos interesados en quedarse con la planta sanjuanina (que provee mazos de cables casi en exclusiva para Peugeot): una firma de Héctor Méndez, jefe de la UIA, y una empresa de Enrique Ruffo, a la vez la principal proveedora de materia prima de Delphi.