En esta noticia

Este lunes, el presidente Javier Milei presentará por primera vez el Presupuesto de su gestión. Lo hará mediante un mensaje grabado de media hora, en un marco preciso: su gobierno aún opera con el Presupuesto 2023, heredado de la administración de Alberto Fernández.


La presentación no ocurre en un momento cualquiera. Llega apenas una semana después de la derrota electoral que sufrió el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, donde perdió terreno legislativo frente a una oposición que busca consolidarse de cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre. En ese escenario, el Presupuesto se convierte en una herramienta clave para reafirmar el rumbo económico del gobierno y para negociar con un Congreso donde Milei aún no tiene mayoría.

Desde el inicio de su mandato, el Presidente sostuvo que el equilibrio fiscal es el pilar de su modelo económico. El superávit, más que una meta contable, es para su administración un principio ideológico.

La particularidad de este Presupuesto es que no reemplaza a otro previamente discutido por el Congreso, sino que viene a llenar un vacío. Hasta ahora, Milei gobernó con prórrogas administrativas del Presupuesto 2023, sin someter a debate parlamentario un nuevo esquema de gastos.

El Presupuesto nacional: definición, funciones y marco legal

El Presupuesto nacional es una ley anual que organiza el funcionamiento financiero del Estado. En él se proyectan los ingresos que recibirá el Estado y se detallan los gastos que se realizarán en áreas como salud, educación, seguridad, infraestructura y desarrollo social. Su aprobación por el Congreso convierte al Presupuesto en la herramienta más importante de planificación y control de la gestión pública.

Según la Ley N.º 24.156 de Administración Financiera, el Presupuesto debe ser elaborado por el Poder Ejecutivo, discutido y aprobado por el Congreso, ejecutado por los organismos públicos y evaluado mediante informes periódicos.

La Oficina Nacional de Presupuesto (ONP), dependiente del Ministerio de Economía, es el organismo técnico encargado de coordinar la formulación y seguimiento del Presupuesto. Su sitio oficial publica los proyectos, ejecuciones y la Cuenta de Inversión, que permite evaluar el cumplimiento de las metas presupuestarias al finalizar cada ejercicio fiscal.

Más allá de su dimensión técnica, el Presupuesto es un instrumento político. Define prioridades, revela intenciones y plasma el modelo de país que cada gobierno propone. Por eso, su tratamiento suele ser objeto de tenidas legislativos intensas, y mediáticas a veces.

El Presupuesto como herramienta de gestión

El Presupuesto permite responder preguntas clave: ¿quién gasta?, ¿en qué se gasta?, ¿cuál es el origen de los recursos?, ¿cómo se distribuyen entre los distintos niveles del Estado? También establece las transferencias a provincias y municipios, que luego elaboran sus propios presupuestos.

En contextos de alta inflación, como el argentino, el Presupuesto puede incluir estimaciones conservadoras de variables macroeconómicas. Esto permite que, si la recaudación supera lo previsto, el Ejecutivo disponga de recursos adicionales sin necesidad de volver al Congreso. Esta práctica fue objeto de críticas por su discrecionalidad.

Durante gobiernos anteriores, especialmente en etapas del kirchnerismo, se discutió si las subestimaciones de inflación y crecimiento eran una estrategia para ampliar el margen de maniobra del Ejecutivo. En esos casos, el Presupuesto funcionaba como una herramienta flexible, pero también como un instrumento de poder.

Gobernar sin Presupuesto: antecedentes y consecuencias

En 2010, durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner, la oposición agrupada en el llamado Grupo A bloqueó la aprobación del Presupuesto para el año siguiente. La entonces presidenta declaró: "Tal vez sea la primera presidenta que gobierne sin Presupuesto. No me voy a enojar, simplemente voy a responder por todas las responsabilidades que tengo". El kirchnerismo venía de perder las elecciones legislativas de medio término, en 2009.

La estrategia opositora consistió en no dar quórum en la Cámara de Diputados. El oficialismo no logró reunir los 129 legisladores necesarios. El jefe de bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, denunció: "¿Tiene la oposición la voluntad y responsabilidad institucional de permitir que la Presidenta tenga lo mismo que tuvieron todos los presidentes de la democracia?".

Gobernar sin Presupuesto no es ilegal. La ley permite prorrogar el Presupuesto anterior mediante decisiones administrativas. Sin embargo, esta situación otorga al Ejecutivo una mayor discrecionalidad en el manejo de los recursos, lo que puede debilitar los controles legislativos.

En el caso de Cristina Kirchner, la falta de Presupuesto no impidió su reelección en 2011 con el 54% de los votos. Pero el episodio dejó una marca, mostrando cómo el Presupuesto puede convertirse en un campo de batalla política.

Presupuesto en el mundo: similitudes y diferencias

En Estados Unidos, el Presupuesto federal se elabora con un año de anticipación. Las agencias presentan sus solicitudes a la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), que arma la propuesta presidencial. Luego, el Congreso la discute en subcomités, aprueba los proyectos de ley de financiación y los envía al Presidente para su firma o veto. El proceso puede derivar en cierres parciales del gobierno si no se alcanza un acuerdo.

En Europa, el Presupuesto de la Unión Europea se estructura en dos niveles: uno plurianual (Marco Financiero Plurianual, MFP) y otro anual. El MFP define prioridades y límites de gasto para varios años, mientras que el presupuesto anual asigna fondos a programas específicos. La Comisión Europea presenta el proyecto, que luego es negociado y aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo. La ejecución es compartida entre la Comisión y los Estados miembros.

En América Latina, muchos países avanzaron hacia modelos de presupuesto por resultados (PpR), que buscan alinear el gasto público con objetivos concretos de política pública. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, 14 de 17 países de la región ya implementan esta estrategia, aunque con desafíos en monitoreo, evaluación y uso efectivo de indicadores.

Presupuesto y gobernabilidad: entre la técnica y la política

El presupuesto no solo organiza los recursos del Estado: también estructura la gobernabilidad. En sistemas presidencialistas como el argentino, donde el Ejecutivo tiene amplias facultades, el Presupuesto funciona como un puente entre el Gobierno y el Congreso. Su aprobación implica acuerdos, concesiones y negociaciones que definen el equilibrio de poder.

Cuando un presidente gobierna con mayoría legislativa, el Presupuesto suele aprobarse sin grandes sobresaltos. Pero cuando el oficialismo está en minoría, como ocurre actualmente con Javier Milei, el Presupuesto se convierte en una herramienta de presión y negociación. La oposición puede condicionar su aprobación a cambios en partidas, metas fiscales o prioridades de gasto.

Transparencia, control y participación ciudadana

La ley 24.156 establece que el Presupuesto debe ser público y accesible. La Oficina Nacional de Presupuesto publica los proyectos, informes y ejecuciones en su sitio web oficial. Además, la Auditoría General de la Nación y la Sindicatura General de la Nación tienen facultades para controlar su ejecución.

En los últimos años, se desarrollaron herramientas digitales para facilitar el acceso ciudadano a la información presupuestaria. El portal "Presupuesto Abierto" permite consultar datos por jurisdicción, función, tipo de gasto y fuente de financiamiento. También ofrece visualizaciones interactivas que ayudan a comprender cómo se distribuyen los recursos.

Sin embargo, la participación ciudadana en el proceso presupuestario es limitada. Aunque existen mecanismos de consulta en algunos municipios, a nivel nacional el presupuesto sigue siendo una prerrogativa del Ejecutivo y del Congreso.