El Gobierno rechazó las demandas de los movimientos sociales que exigían un pago de emergencia por $ 3000 a beneficiarios de la AUH. Ante este escenario, la Casa Rosada se enfrentará a más conflictos en la calle. Los movimientos sociales ya preparan junto con los gremios de la CGT una masiva protesta para el 7 de agosto por el día de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, en un claro mensaje al Gobierno por la crítica coyuntura económica.

La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y su vice, Carlos Pedrini, recibieron a los representantes de Barrios de Pie, CTEP, CCC y al obispo de Merlo y Moreno, Fernando Maletti. La Iglesia había reclamado mayor "sensibilidad social" a Cambiemos dos semanas atrás. Pero el presidente Mauricio Macri bajó línea a su equipo para extremar la austeridad de las cuentas públicas y así la ministra no tuvo campo ayer para ofrecer un pago de emergencia de $ 3000. Según fuentes de esa cumbre, el Gobierno postergaría el pago del bono recién para diciembre.

"Hay un avance parcial y a todas luces insuficiente en términos de aumento en los montos del salario social complementario, la contraprestación que reciben alrededor de 400 mil trabajadores por sus tareas comunitarias y productivas. Se trata de un aumento progresivo del 26,5% para un lapso de seis meses en los que el ingreso de los compañeros ascenderá de $ 4750 a 6000 y un bono con un monto a definir a fin de año", explicaron en un comunicado desde las agrupaciones sociales.

Ante esta respuesta, los movimientos populares ya planean con la CGT una masiva protesta durante la conmemoración de San Cayetano, en agosto. De esta manera, miles de personas protestarían contra Macri con una movilización desde Liniers hasta Plaza de Mayo. A su vez, el Frente Popular Darío Santillán y otras agrupaciones sociales anunciaran que la próxima semana realizarán ollas populares y cortes frente a supermercados. Pero esta medida todavía no tiene el respaldo de todas las organizaciones que evalúan otras iniciativas que ofreció el Gobierno.

Es que Stanley se comprometió con refuerzos alimentarios para comedores y merenderos, así como aumentar gradualmente los programas de empleo. "Vamos a evaluar un aumento de los programas sociales que no se actualizan desde diciembre, previo a la convocatoria del salario mínimo vital y móvil", comentaron desde el Gobierno. Por último, la ministra se comprometió a abrir una mesa de trabajo para analizar los proyectos que le reclaman los movimientos sociales como la Ley de Emergencia Alimentaria y la Ley de Trabajo en Cooperativas para la obra pública.

La cumbre de Stanley con los movimientos sociales también dejó en claro que hay distintas perspectivas en el oficialismo. Es que la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tomó distancia de la Casa Rosada la última semana cuando anunció un aumento en las jubilaciones y las asignaciones familiares que dependen de la provincia. Desde Cambiemos aseguran que necesitan mantener la paz social en el distrito que tiene una tasa de casi 30 puntos de pobreza.