Cincuenta y nueve minutos duró el dicurso del presidente Mauricio Macri, el más extenso de los cuatro que pronunció ante el Congreso de la Nación durante su mandato. Y el más "de trinchera", acorde a un contexto económico sofocante y a un auditorio de opositores que, como nunca antes, lo cuestionó con dureza e incluso durante varios pasajes de la presentación se burló de sus declaraciones.
Fue de menor a mayor Macri en su paso por el Congreso, con un arranque en el que hizo menciones al año que pasó y a "decisiones valientes que tuvimos que tomar los argentinos". Tras un breve repaso sobre los temas más cómodos de gestión, como justicia, seguridad y corrupción. a Macri le llegó su momento más incómodo: el repaso de las cifras económicas.
No bien hizo mención a problemáticas como inflación, crecimiento y pobreza, los legisladores opositores lo reprobaron y, en medio de la tensión, el discurso pasó por sus peores minutos. Macri logró sostenerlo a partir de una frase en la que recurrió al la grieta, pero que le permitió tomar aire: "Los gritos, los insultos, no hablan de mí, hablan de ustedes", les dijo.
Ese período de tensión pasó, y dio lugar a lo más sólido de la oratoria, con Macri activando el modo electoral y realizando el único anuncio formal: el aumento del 46% en la Asignación Universal por Hijo, que pasará a ser de $ 2644 mensuales por beneficiario.
En el tramo final, contaron en Gobierno, se salió de la estructura y pidió a los "argentinos, que no tiren la toalla". También aprovechó para estirar la grieta al recordarle al kirchnerismo que condecoró a Nicolás Maduro, e hizo referencia a la crítica situación de Venezuela". Y cerró con un pedido: "No dejemos que la resignación y el miedo le ganen a la esperanza".
Fue la última hora que Macri le dedicó al Congreso, la más álgida de las poco menos de cuatro que pasó desde el inaugural 2016. Con altibajos, el Presidente pudo sacar adelante una visita siempre complicada, y a partir de ahora el desafío central, más allá de la elección de octubre en la que buscará revalidar su mandato, será poder cumplir con alguno de los propósitos que hoy se planteó, a diferencia de un 2018 que se recuerda como el de promesas incumplidas.