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La inteligencia artificial (IA) empezó a ganar lugar en los gobiernos locales argentinos y lo que parecía reservado a empresas tecnológicas o ministerios nacionales, hoy aparece engestiones municipales que buscan más eficiencia, seguridad y servicios rápidos.

Aunque no de modo excluyente, la provincia de Buenos Aires concentra muchos de estos casos. La mayoría comenzó con la aplicación en chatbots de atención al público, pero también la seguridad fue uno de los primeros campos en incorporar algoritmos.

En Vicente López el sistema de monitoreo cuenta con cámaras capaces de detectar motos con dos ocupantes, modalidad asociada a los "motochorros". La alerta llega de inmediato al centro de control y todo el recorrido es grabado. Es un uso interno, pensado para prevenir delitos. El Municipio de San Miguel anunció recientemente que aplicará el mismo sistema.

En el terreno de la salud, el Hospital Central de San Isidro se convirtió en pionero. Allí la IA analiza imágenes médicas y ayuda a los profesionales a tomar decisiones más precisas. Los resultados son claros: un 70 % menos de errores diagnósticos y un 30 % de reducción en los tiempos de atención en emergencias.

Quilmes apostó a una doble vía. Por un lado, su Centro de Emergencias utiliza sistemas inteligentes para procesar imágenes de tránsito y seguridad, algo que opera puertas adentro. Al mismo tiempo, puso en marcha QuiBOT, un asistente virtual que responde consultas, reclamos y gestiones las 24 horas a través de WhatsApp.

Tigre innovó hace muchos años en el campo de seguridad con una puesta en escena llamativa: el "Robocot", un robot de patrullaje, que contaba con cámaras de reconocimiento facial en el Centro de Operaciones

La transparencia administrativa también encontró su aliado en la IA. Escobar implementó la plataforma Ethix para auditar licitaciones públicas: genera pliegos normativos, detecta inconsistencias y evalúa proveedores. Si bien se trata de una herramienta interna, como todas las anteriores, tienen impacto directo en la vida de los vecinos.

En paralelo, la misma comuna lanzó un programa educativo bautizado CiudadanIA 5.0. Allí se capacita a estudiantes, docentes y vecinos en inteligencia artificial, programación y ciencia de datos. Es una apuesta abierta al público, que busca formar ciudadanos preparados para convivir con las nuevas tecnologías.


El uso de la inteligencia artificial en las provincias

Neuquén también se inclinó por la atención ciudadana digital. Su chatbot "CAPI" responde preguntas sobre turismo, multas, trámites y servicios, todo desde la aplicación de mensajería más usada. Así, la interacción con el municipio deja de depender de horarios de oficina y se vuelve accesible las 24 horas.

En el norte del país, la ciudad de Salta incorporó inteligencia artificial a la gestión de expedientes de obras privadas. Los arquitectos e ingenieros que presentan planos reciben una respuesta mucho más rápida, gracias a un sistema que digitaliza y automatiza procesos. Es un cambio de puertas adentro, pero con impacto concreto en los tiempos.

Rosario prefirió avanzar en un concepto más amplio: "UrbanIA". Se trata de un proyecto que busca digitalizar trámites y utilizar gestión predictiva para anticipar necesidades urbanas. Aunque en la actualidad se aplica mayormente en áreas internas, la expectativa es que mejore la calidad de los servicios que reciben los ciudadanos. Además, el uso de IA en las cámaras de seguridad permitió la detección de autos mellizos.

Córdoba capital también explora el uso de inteligencia artificial en la planificación urbana. Los primeros ensayos incluyen análisis de tránsito y optimización de servicios públicos. Hoy se trata de un recurso interno, pero a futuro podría traducirse en menos congestión y mejor distribución de recursos.

Mientras tanto, la Municipalidad de Santa Fe está licitando un sistema de cámaras con video analítica e inteligencia artificial que permitirán el conteo automático de vehículos, la detección de congestionamientos, la detección de accidentes, el monitoreo de comportamientos anómalos y la generación de alertas en tiempo real para situaciones críticas.

San Miguel de Tucumán se inclinó directamente por la comunicación con los vecinos. Su chatbot de IA generativa ofrece un canal alternativo a la atención presencial, resolviendo dudas y reclamos de manera más ágil. La medida apunta a descongestionar oficinas y acercar la gestión municipal al ciudadano común.

Al mirarlos en conjunto, los ejemplos muestran dos grandes caminos: uno orientado a la gestión interna -como los sistemas de seguridad, expedientes digitales o licitaciones- y otro pensado para el vecino, como chatbots y avatares virtuales. Ambos apuntan a la meta de un Estado local más eficiente y cercano.