El juez Leonardo Portela, de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) dispuso la quiebra de la empresa que fabricaba cosechadoras Senor, y que había sido exhibida por el Gobierno como un ejemplo a seguir, revela el sitio de TN en Internet, que a su vez cita al portal paranaense AIMdigital.
Las máquinas fueron la estrella de la bizarra gira comercial que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, organizó por Angola, que contó incluso con la presencia de Cristina Fernández y donde el funcionario terminó oficiando como subastador de los “productos argentinos” que se querían promocionar en ese país.
La fábrica tiene una causa por defraudación, según publica AIMdigital. El expediente también involucra al gobierno de Entre Ríos, que debía controlar a la empresa por un préstamo, agrega.
Un prototipo de la cosechadora que estuvo en la explanada de la Casa Rosada fue tomado como ejemplo de lo que se exportaría a Angola.
Daniel Huarte, fabricante de carrocería para las cosechadoras, le dijo a TN: ‘Fue todo un engaño‘. “Me siento estafado, desilusionado. No creo que pueda cobrar algo”, señaló.
El empresario denunció que le deben unos 600 mil pesos por cheques rechazados -que exhibió en pantalla- y advirtió que los problemas comenzaron en 2011, por lo menos dos años antes de la gira al continente negro.
“Soy tan solo uno de los damnificados con sumas grandes, estamos hablando de 14,15 personas o empresas perjudicadas más, ya que Senor -en realidad Grandes Máquinas- emitio cheques 4.218.000 pesos” que nadie habría podido cobrar.
Además, dijo que las máquinas que la máquina que viajó a Angola era “de cartón, no funcionaba, hicieron pruebas antes del viaje y nunca funcionó. Incluso la máquina que quedó allá, no fue porque fue vendida como dijeron sino porque no funcionaba, nunca la pudieron hacer andar”.
El escándalo en torno a las cosechadoras Senor saltó el año pasado, cuando tiempo después de la gira un informe del programa Periodismo para Todos, de Jorge Lanata, advirtió que la anunciada venta de 18 cosechadoras al país africano no sería más que una pantalla para desviar fondos públicos. Tiempo después, el mismo programa informó que la supuesta fábrica de esa maquinaria, ubicada en la zona portuaria de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, no era más que un galpón.