El presidente Alberto Fernández dejó trascender su voluntad de instrumentar cambios en su equipo de trabajo, pero posterga definiciones al respecto.

Pasando las Pascuas en la residencia de Olivos, con su hijo recién nacido, Fernández dejó entrever que no prepara movimientos inmediatos en el gabinete, con la remoción y designación de nuevos ministros y secretarios de Estado, como le urgen figuras de su propio entorno.

Mientras el kirchnerismo reclama la salida del ministro de Economía, Martín Guzmán, éste fue reconfirmado por Fernández y esta semana tendrá una intensa actividad en Washington con negociaciones cara a cara ante elFondo Monetario Internacional(FMI).

Del mismo modo, desde el Ejecutivo dejaban entrever hace rato la intención de trasladar al actual ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, hacia el área de Justicia y Derechos Humanos. Sin embargo, el espacio referenciado con la vicepresidenta avisó que el también integrante de La Cámpora es intocable.

En ese contexto, el exminsitro de Defensa, Agustín Rossi, queda sin una silla disponible para reincorporarse al gabinete nacional, como impulsa Fernández. Rossi renunció a la gestión de la cartera castrense en 2021 para competir en internas en Santa Fe, y su reingreso al armado nacional podría además desgastar la relación de la Casa Rosada con el mandatario de esta provincia, OmarPerotti.

En tanto, el filósofo y asesor presidencial, RicardoForster, advirtió que en caso de que se concreten cambios el gabinete, deberán tener "línea directa con la refundación" del Gobierno nacional.

"Las decisiones que vaya a tomar el Presidente respecto a una reformulación o no de gabinete tienen que tener una línea directa con una refundación política, narrativa y de acción del Gobierno; si no, la sociedad va a verlo como una reproducción de lo mismo", resaltó Forster.

A juicio del pensador, la gestión presidencial debe tener "una formulación mucho más clara y más potente en términos de qué hacer con la situación económica y social".