La Selección Argentina buscará el próximo viernes asegurarse un lugar en las semifinales de la Copa América Chile 2015 cuando se mida ante su par de Colombia
en el Estadio Sausalito, con capacidad para poco más de 18 mil espectadores, en la coqueta ciudad de Viña del Mar.
Durante los tres primeros partidos, válidos por la fase clasificatoria, el equipo dirigido por Gerardo Martino mostró varios patrones positivos...y también de los otros.
Dentro de los puntos a favor se destacan la intención de generar siempre juego con la rotación de la pelota a ras del piso, la paciencia para mover el balón de un lado a otro en busca de la creación de espacios y algunos cambios de frente precisos para sorprender al rival gracias la movilidad de sus atacantes.
Sin embargo, la lista del “debe” también aparece poblada. La impericia ofensiva para concretar la buena cantidad de situaciones de riesgo creadas aparece como el déficit más importante. Y es raro mencionarlo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el plantel está integrado por Lionel Messi, mejor jugador del planeta y ganador de la última Champions League con Barcelona; Sergio Agüero, goleador de la última Liga Inglesa, y Carlos Tevez, campeón de Italia con Juventus, entre otros futbolistas destacados. Pero el promedio de goles convertidos por partido es muy bajo.
Los apenas cuatro goles que marcó la Selección durante la fase clasificatoria los consiguió durante los primeros 60 minutos de cada encuentro, justamente, coincidiendo con el inicio del arranque de la merma física del plantel.
Si bien durante los tres primeros partidos, el equipo probó en 46 ocasiones al arco rival, el coeficiente de eficacia que surge al calcular el porcentaje entre jugadas creadas y goles concretados es realmente muy bajo, apenas 8,69% (4 goles).
Del resto de las situaciones creadas, el 52,17% de los disparos fueron al arco (24); el 4,34% se estrelló en el travesaño (2); mientras que el 34,78% de los remates ni siquiera fue a la portería (16).
Estadísticas: con estos números llegan Argentina y Colombia
Pero eso no es todo. Además de perdonar a su rival de turno hasta el momento, la Selección Argentina pareció desmoronarse físicamente cuando promedió el segundo tiempo de cada uno de los partidos.
La merma física parece originarse, a simple vista, en dos factores. Por un lado, el esquema táctico y la estrategia pautada por Martino generan que el desgaste sea mucho mayor. La decisión de presionar en mitad de cancha en forma compacta hace que el cansancio sea parejo en todos los jugadores.
A esto se suma que la gran mayoría de los futbolistas careció de vacaciones y no pudo siquiera tomarse unos días de descanso al término de las exigentes ligas en las cuáles se desempeñan.
Los casos de Messi y Tevez quizá sean los más significativos ya que tuvieron incluso que prolongar el trabajo de la temporada un poco más que el resto para prepararse con vistas a la final de la Champions League disputada el 6 de junio pasado en el estadio Olímpico de Berlín.
Mejorar la puntería y defenderse con la pelota, en definitiva, los dos grandes problemas de la Selección. Si consigue solucionarlos ante Colombia, el camino hacia las semifinales, aparecerá despejado y sin tantas dudas.