Pasó algo desapercibido en la mayor parte de los medios, pero el viernes pasado, 30 de octubre, se festejó en nuestra Ciudad el Día del Restablecimiento del Orden Democrático, instituido por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 2008, con el fin de conmemorar la recuperación de la vigencia de la Constitución Nacional en 1983.

La Ley 2.735 que lo instituye también menciona en su artículo 2 que el Ministerio de Educación de la Ciudad incluirá en el respectivo calendario escolar la realización de talleres y jornadas alusivas, "a fin de promover la cultura democrática, el respeto a las instituciones como forma de erradicar el autoritarismo e impulsar la defensa del Estado de Derecho".

Nunca más oportuno recordarlo en estos días en que acabamos de celebrar la primera etapa de los comicios nacionales y nos encaminamos hacia el primer balotaje que a ese nivel (el nacional) se concreta en nuestra historia.

Más allá del resultado que arrojen las urnas el domingo 22 de noviembre, que sigue en incógnita, no está de más que recordemos que tan solo 30 a 40 años atrás los argentinos -y nuestros hermanos latinoamericanos- habíamos perdido la posibilidad tan elemental de poder elegir quién nos gobierne, nada menos.

De modo que no corresponde, creo, amargarse si el resultado electoral no nos conforma, y que muchos deberían erradicar su actitud de enojarse con la mayoría porque no interpreta la verdad de las cosas o se deja engañar, como suele escucharse comúnmente en tales ocasiones incluso por algunas figuras públicas. Actitudes como esa han sido siempre perniciosas, porque llaman a despreciar la institucionalidad hasta el extremo de ponerla en peligro, o al menos debilitarla innecesariamente.

Superar las antinomias que nos separa a los argentinos casi recurrentemente será clave para nuestro destino como Nación. Nadie debiera sentirse perdedor tras cualquier elección, porque gana la democracia. Quienes padecimos en vida la lacra de las dictaduras lo sabemos muy bien. Por ello aboguemos porque quienes accedan al poder el próximo 10 de diciembre gobiernen para todos sin distinción.