En los últimos dos años, las marcas de empresas chinas cruzaron las fronteras de su país y comenzaron su proceso de expansión en el mercado móvil mundial.También llegaron a la región y a nuestro país. Si bien China ya fabricaba las terminales para terceros (como Apple), lo novedoso es que sus propias marcas se colaron en los rankings de los celulares más vendidos. Primero con terminales de gama baja y media, pero después con excelentes smartphones con todas las prestaciones y calidades para competir en lo más alto del podio. Casi todos llegaron de la mano del Android y con una ventaja: precios muy agresivos. Según IDC, tres de las cinco marcas que más celulares venden en el mundo ya son chinas. Se trata de Huawei, Xiaomi, y Lenovo, que en 2014 le compró a Google la división mobile de Motorola y también se hizo con el 70% de la startup china ZUK. No es casual que Lenovo haya debutado en el ranking de las mejores 100 marcas globales que publicó Interbrand.
La historia de Xiaomi es increíble. La llaman la Apple china. Vendió su primer smartphone en 2010 y el año pasado se convirtió en el mayor fabricante de celulares en China, donde está el mercado más grande. Con 61 millones de celulares vendidos (el triple que en 2013), desplazó de ese lugar a la coreana Samsung. Ahora empieza a mirar al resto del mundo y en julio desembarcó en Brasil, donde por primera vez fabricará celulares fuera de Asia, en el polo tecnológico de Manaos. Hugo Barra es el vicepresidente de Xiaomi, un ex Google que además es brasileño. Por su parte, Huawei nació en la ciudad de Shenzhen en 1987 y ya se ubica en el tercer puesto de los fabricantes de smartphones del mundo, detrás de Samsung y Apple. Aunque desde hace más de un año vende equipos en nuestro país, recién la semana pasada hizo su presentación formal. Fue en un evento en Puerto Madero que simboliza el desembarco en el país: a todo trapo. Lo hizo con una agresiva campaña de publicidad orquestada por la agencia creativa diPaola, que incluyen grandes carteles en avenidas, avisos para TV y costosos PNT en el programa de Marcelo Tinelli. Y seguirá con una moderna tienda propia de 300 m2 en pleno microcentro, que abrirá antes de fin de año. La inversión en marketing es de $ 200 millones y para producir más de un millón de smartphones en Tierra del Fuego, la empresa China hizo acuerdos con Newsan y BGH. El celular estrella actual es el Mate 7, el modelo tope de gama presentado en la última IFA de Berlín que cuesta menos de la mitad que el iPhone 6.
Pero en China siempre hay más. Detrás de las marcas nombradas avanzan en fila una larga lista de empresas con muy buenos dispositivos y bajos precios. Anoten: ZTE, One Plus, Meizu, OPPO, Hisense, Zopo, BBK, Bogo, Yulong y Jiayu, entre otras. Reciben un empujón del gigante Alibaba, que no para de despachar terminales. Cuando este año termine, Meizu habrá vendido 20 millones de celulares. Todas las marcas ofrecen un portfolio de equipos muy econóicos (de menos de u$ 100) para seducir a los más jóvenes, que en China son 400 millones.
En la web de One Plus se presentan así: "Todo comenzó en el invierno de 2013 con una idea simple y audaz: hacer el mejor teléfono (...) Somos soñadores que siempre llegamos a las metas más ambiciosas". Su slogan es Never Settle, que significa nunca conformarse.
Nada es para siempre en la industria móvil. Apple y Samsung, dueños hasta el momento del podio mundial, no pueden cometer errores. Saben muy bien que no pueden relajarse. Una legión de empresas chinas los persigue con inno vación, ganas y, sobre todo, mucho dinero.