La mayoría de los homicidios en la ciudad de Buenos Aires se producen al sur de la avenida Rivadavia.
Como pasó con "Pity" Alvarez, son producto de peleas entre conocidos donde el abuso de drogas y las armas ilegales hacen que muchos de los conflictos se resuelvan de manera violenta y trágica.
Son miles los pibes y adultos que deambulan por las calles esclavizados por porquerías como el paco. Todos lo vemos, pero al Estado (concepto más amplio que el de un gobierno) parece no importarle y solo usa la policía y la cárcel como respuesta ineficaz y tardía al flagelo de los consumos problemáticos.
En estas zonas de la ciudad y ante la ausencia de políticas de prevención de conflictos, la violencia se impuso como forma de resolver los problemas. Gana el "más fuerte" y la "Justicia" nada tiene que ver con lo que dice la ley.
Un Estado inteligente debe anticiparse a estos problemas y esto se logra con prevención.
La policía es un recurso necesario, pero debería ser el último a utilizar. Debe usarse después del fracaso del resto de las políticas públicas (educación, salud, deportes, cultura, etc). El sur de la ciudad está en emergencia en casi todas las áreas de gestión estatal.
Asumir con responsabilidad la real magnitud del problema es el cambio que necesitamos y eso es más que un cambio; es la evolución que precisa la sociedad.