Nos encontramos frente a un cambio de paradigmas en el ámbito social y político, lo que genera un nuevo horizonte económico. Los resultados de las elecciones proponen un panorama de incertidumbre en todos los campos, con una sociedad angustiada, impaciente y cansada.
Tras las PASO de agosto, y frente a las expectativas que se han generado sobre el discurrir político y económico del país para los proximos meses, sería correcto dividir este futuro tan incierto y sus posibles efectos y consecuencias, en tres unidades de tiempo. Tres momentos en el tiempo que, dependiendo su evolución, podrían generar más incertidumbre en los mercados, como así también la potencial exponenciación de los problemas que mencionaremos, abriendo la puerta a una nueva crisis financiera.
La primera fase o tercio, arranco despues de las PASO, y va hasta el lunes después de las elecciones de este mes, con un futuro con rumbo incierto e imprevisible. Las medidas económicas del 14 de agosto (suba de tasas y devaluación) contribuyeron a la inestabilidad reinante en todas las áreas. En el campo político no se ven proyecciones claras y todo es especulación, las posibles combinaciones proyectadas para octubre solo muestran un campo lleno de dudas. Dependiendo de los potenciales resultados, los problemas se van a ver antes o después.
Luego habra dos períodos más: de octubre a diciembre, donde en base a quien haya triunfado, será un tiempo donde veremos si los caminos se vislumbrarán allanados y no. Y el último, de diciembre a marzo 2024, donde se pronostica un verano caliente, que se va a venir, y que será bastante peligroso, sobre todo si lo vemos desde el punto de vista de las inversiones.
Coyuntural actual
Mas allá, si estamos de acuerdo o no con las propuestas de los candidatos, tenemos dos grandes problemas de fondo, que se traducen en "una papa caliente" para cualquiera que le toque gobernar.
El sistema financiero, los bancos (y detrás de ellos los inversores de a pie) se encuentran atrapados en Leliqs por un monto que ronda los u$s 30,000 millones. Esto es un problema que generará graves inconvenientes, y ya veremos, según a quién le toque desactivar esa bomba, como lo hará. El otro son los u$s 20.000 millones que el Estado les debe a los exportadores. Así que estamos hablando de una economía post elecciones, que va a arrancar con una deuda de u$s 50.000 millones, que deberan salir de algún lado para poder pagarse.
Como no hay soluciones mágicas, ante este panorama, se puede preveer que habrá un gran ajuste económico tipo plan Bonex o una devaluación muy significativa. Son las dos soluciones posibles, salvo que nos convirtamos en un país megaexportador de la noche a la mañana, una verdadera utopía.
Política Fiscal: "metas complicadas"
El país se encuentra con déficits gemelos desde hace mucho tiempo y en forma constante, tanto la balanza de pagos como la recaudación/gasto son negativas sistemáticamente.
Se había acordado con el FMI no superar el 1,9 del déficit sobre el PBI, este número será incrementado varias veces, cercano al 14% donde un 9% corresponde a la emisión por Leliqs además de los 3 billones de pesos recientemente mencionados como "ayuda a los trabajadores".
Política monetaria: "emisión e inflación"
La inflación se encuentra en crecimiento, rozando la entrada a un proceso hiperinflacionario. Técnicamente, para el mundo, un 100% anual es hiperinflación, en Argentina es más laxo ese número.
Con tasas pasivas anualizadas en 200% (esta fue una de las últimas medidas) con la clara intención de generar carry trade, la cual no se ve como una medida exitosa, descontamos seguir viendo dos dígitos de inflación mensual en los próximos meses acelerando el proceso inflacionario. La anualizacion de la tasa de inflación de agosto roza el 300% anual.
La curva de emisión crece exponencialmente y el M1 rompe récords día a día. La velocidad de circulación del dinero es cada vez más rápida y la demanda de pesos cae sistemáticamente.
Politica cambiaria: el bendito dólar
Como siempre en la Argentina, todos se preguntan qué pasara con el dólar. Desde ya, habrá que nivelar y salir de esta locura de tener un kiosco de dólares de distinto valor y buscar un dólar único.
Los distintos tipos de dólar (oficiales/financieros/paralelo) se encuentran atrasados en diferentes proporciones. La devaluación reciente del 22% en el dólar oficial disparo la cotización del resto de los dólares. Fue una devaluación "chica". La curva de los futuros (Rofex) descuenta nuevas devaluaciones en los meses venideros.
El panorama es poco alentador, con reservas reales negativas en aproximadamente u$s 10,000 millones y un valor técnico del dólar incalculable (VT= circulante/reservas). Sería una falsa especulacion dar un numero, pero son varios los economistas, entre los que me incluyo que hablamos de miles, como tasa de valor para ese dólar, porque como bien lo sabemos, en Argentina todo puede empeorar.
¿Es factible la dolarizacion a la que apunta Milei ? Desde ya , que esto es imposible de lograr de la noche a la manana. Hay factores de politica internacional y decisiones economicas muy duras y sangrientas involucradas. El primer paso, si se quiere seguir ese rumbo, sería equilibrar el déficit interno y, por supuesto, tener los dólares necesarios para cambiar por todos los pesos que hay en la economia. Un problemón. Y si se pudiera logar todo eso, y se tiene todo tan prolijo y bien hecho, uno va a preguntarse, "¿Y entonces, me conviene dolarizar?".
Ante esta embestida, ¿se pueden proteger en forma rápida y dinámica los ahorros?
Por obvias razones, no sería recomendable cualquier inversión en pesos. Ni siquiera un pazo fijo al 205% de tasa anual efectiva, como se está ofreciendo, porque con una inflacion de agosto del 12%, esa tasa anualizada, da más del 250% de interés, con lo cual genera una tasa real negativa.
Hay operaciones financieras que aunque el común de la gente no conozca, no son muy complejas de ejecutar a la hora de resguardar los ahorros, protegiendolos con activos internacionales en moneda dura (o sea dólares). A traves de cualquier ALYC registrado (Agente de Liquidación y Compensación Integral), que es lo que antes era un agente de Bolsa, e incluso desde el propio banco a través de una cuenta comitente, se pueden comprar acciones muy conservadoras de los Estados Unidos (las 30 empresas que componen el Dow Jones) .
¿Cómo se compran? Si se tiene el dinero en el exterior, se compran ADRs de acciones argentinas que cotizen en la bolsa de Nueva York (tipo YPF) o directamente las acciones que cotizan en esa Bolsa. Si se tiene el dinero en Argentina se compra un Cedear, que es una acción de Estados Unidos que tiene cotización en la bolsa local y que ya en el precio en pesos tiene implícito el ajuste de la volatilidad del dólar. Se compran en pesos, pero están atadas al dólar.
Hoy más que nunca, nadie tiene la bola de cristal. Lo único seguro es que se vivirán momentos de volatilidad, y frente a eso hay que resguardarse ante el riesgo del factor dólar.