

El próximo 13 de octubre vence el Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica 72 (ACE72), que desde 2017 permite la entrada de vehículos desde Brasil a Colombia con un arancel del 0%. De no renovarse, los automóviles comenzarán a pagar un gravamen del 16,1%, lo que elevaría los precios para los consumidores y pondría en aprietos a varias marcas del sector.
El impacto sería inmediato en una industria que representa cerca de US$400 millones anuales en importaciones, según cifras del Ministerio de Comercio. Solo en 2024, las compras externas de carros brasileños llegaron a su punto más alto en una década, con más de US$780 millones.
La situación preocupa tanto a empresas como a consumidores, ya que de aplicarse el nuevo arancel, los precios subirían y se limitaría el acceso a vehículos nuevos. Esto podría impulsar la compra de usados, con consecuencias negativas en términos de seguridad, contaminación y costos de mantenimiento.

Aranceles a vehículos brasileños y su impacto en el consumidor
El cambio arancelario afectaría a marcas como Volkswagen, Toyota, Fiat, Chevrolet, Peugeot y Hyundai, que traen un volumen importante de carros desde Brasil. Para estas compañías, un aumento del 0% al 16,1% significaría reajustar su portafolio, con el riesgo de frenar la llegada de nuevos modelos al país.
Además, si los vehículos no cumplen con el requisito de integración local del 60%, el impuesto podría llegar hasta el 35%, un golpe aún mayor para la oferta. En la práctica, esto encarecería el mercado de carros en Colombia y reduciría la competitividad frente a otros países de la región.
Industria automotriz pide prórroga del acuerdo ACE72
Los representantes del sector, como Andemos y fabricantes japoneses como Honda, han solicitado al Gobierno colombiano una prórroga del acuerdo. Argumentan que el producto brasileño ha democratizado el acceso al automóvil, ya que la mayoría de esos modelos se encuentran en el rango de precios más económicos.

Si no se amplía el ACE72, varias empresas podrían frenar sus planes de expansión. En el caso de Honda, hasta 70% de sus vehículos provienen de Brasil, incluyendo referencias como el City o el HR-V. Con un arancel más alto, incluso modelos proyectados para 2026, como la WRB, quedarían descartados del mercado colombiano.









