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Durante casi tres siglos, un yacimiento de oro ha operado silenciosamente en Brasil con una historia tan profunda como los túneles que la atraviesan. La mina de oro de Morro Velho, ubicada en Minas Gerais, ha sido objeto de fascinación por su longevidad y misterio subterráneo. Aunque no es un hallazgo reciente, su legado sigue llamando la atención de historiadores y geólogos.

Sorprende pensar que una mina de oro iniciada en el siglo XVIII aún conserva vestigios cuantiosos de mineral valioso. La narrativa parece casi legendaria: pasadizos centenarios, raíces coloniales y un subsuelo rico en metales que aún hoy despierta interés, aunque operativa ya no está.

¿Qué secretos guardan sus galerías, colmadas de historia industrial y geológica? Por sus características, se trata de uno de los depósitos más estudiados y valorados de Brasil y del mundo, tanto por su importancia histórica como geológica.

La mina de oro más antigua de todas

La mina de oro de Morro Velhocomenzó su explotación en 1725 y se considera la más antigua en operación continua del mundo, al menos hasta finales del siglo XX. Ubicada cerca de Nova Lima, en el estado de Minas Gerais, fue controlada desde 1834 por la Saint John del Rey Mining Company, una empresa británica que impulsó su modernización.

Durante más de 100 años, la mina de oro produjo unas 450 toneladas de oro, consolidándose como un yacimiento de clase mundial. Además de su riqueza minera, marcó historia al alcanzar profundidades de más de 2.400 m, una hazaña de ingeniería para su época, según registros del Servicio Geológico de Brasil (SGB).

El legado geológico e histórico de la mina de oro más antigua

Las rocas que sostienen la mina de oro de Morro Velho forman parte del cinturón greenstone del Río das Velhas, un entorno arqueano excepcional para la mineralización de oro. Este contexto geológico explica en parte por qué ese lugar sigue siendo relevante, según datos del SGB.

Hoy, aunque gran parte de la extracción cesó en 2003, el legado histórico permanece vivo. Las galerías y estructuras antiguas se conservan como patrimonio cultural y minero, permitiendo que investigadores y visitantes comprendan la magnitud de esta mina de oro y su importancia histórica para Brasil.