

En España, donde la política local suele moverse entre la gestión de servicios básicos y la búsqueda de inversiones, hay decisiones que rompen todos los esquemas.
Algunas propuestas, por su audacia o su simbolismo, generan un revuelo que trasciende los límites municipales y se cuelan en el debate nacional. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en Jaén, una ciudad andaluza que ahora es noticia por una idea tan polémica como inesperada.
El protagonista es Julio Millán, alcalde socialista de Jaén y, según los datos, el regidor con la mayor deuda municipal per cápita del país. Con un Ayuntamiento que arrastra más de 600 millones de euros en números rojos -casi 5000 euros por habitante-, Millán ha lanzado una propuesta que ha dejado a muchos boquiabiertos: convertir el edificio del Ayuntamiento en un hotel de cinco estrellas.

Una propuesta de lujo en medio de la crisis
La idea fue presentada por Millán durante un desayuno informativo el pasado 11 de abril. Según explicó, el edificio del Ayuntamiento, ubicado en una zona privilegiada con vistas a la Catedral de la Asunción, podría transformarse en un hotel de lujo con más de 140 habitaciones y todos los servicios propios de un establecimiento de alta gama. El objetivo, según el alcalde, es "optimizar el patrimonio municipal" y atraer turismo de alto nivel que ayude a dinamizar la economía local.
Millán aseguró que ya existe un estudio de viabilidad elaborado durante el mandato anterior y que incluso se han iniciado contactos con empresarios interesados en el proyecto. Además, planteó trasladar los servicios municipales al edificio de Correos, en la céntrica plaza de los Jardinillos, como paso previo para liberar el inmueble actual y ponerlo en valor.
Rechazo político y acusaciones de oportunismo
Sin embargo, la propuesta no ha tardado en encontrar una fuerte oposición. El Pleno municipal rechazó la iniciativa tras una moción presentada por el Partido Popular, que contó con el apoyo de Vox y del grupo Jaén Merece Más, socios de investidura del propio PSOE. La moción, titulada "En defensa del edificio histórico del Ayuntamiento de Jaén", denuncia que el alcalde pretende "mercadear con una seña de identidad" de la ciudad.
El portavoz del PP, Agustín González, fue especialmente duro al calificar la propuesta como una "agresión directa a la identidad, la historia y la soberanía" de Jaén.
Según González, se trata de una ocurrencia improvisada, sin informes técnicos, sin tasación del inmueble y sin consulta ciudadana. "Millán ha presentado esta barbaridad como un plan estratégico, cuando en realidad es humo, ficción y oportunismo político", sentenció.
¿Solución creativa o cortina de humo?
Más allá del rechazo político, la propuesta ha abierto un debate más amplio sobre cómo deben gestionarse los recursos públicos en tiempos de crisis. ¿Es legítimo transformar un edificio institucional en un negocio privado si eso ayuda a reducir la deuda? ¿O se trata de una línea roja que no debe cruzarse, por muy desesperada que sea la situación financiera?
Desde el PSOE, la portavoz municipal África Colomo defendió que no se trata de una venta, sino de una "puesta en carga del patrimonio" para hacerlo más útil y rentable. Recordó que otras ciudades, como Fuengirola, ya han llevado a cabo operaciones similares con éxito. Pero la falta de transparencia y la ausencia de un expediente formal alimentan las sospechas de que todo podría ser un globo sonda para medir la reacción pública.

Mientras tanto, Jaén sigue siendo la ciudad más endeudada de España, y su alcalde, el más cuestionado. La idea del hotel puede haber fracasado en el Pleno, pero ha puesto sobre la mesa una pregunta incómoda: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para salir del agujero económico?












