En Colombia, la ley de sucesiones es clave dentro del derecho civil, pues define cómo se reparten los bienes, propiedades y obligaciones de una persona al fallecer. Su aplicación protege los intereses de los herederos y brinda seguridad jurídica al proceso.
Si el difunto deja un testamento, este documento expresa su voluntad y guía la entrega de la herencia. Pero cuando no existe, la sucesión se considera intestada, y la distribución se hace conforme a la normativa colombiana, siguiendo un orden legal de herederos.
Este escenario puede generar conflictos entre familiares, ya que la ausencia de un acuerdo previo deja en manos de la ley la decisión sobre quién recibe qué. Por eso, conocer la legislación es fundamental para prevenir disputas, garantizar los derechos hereditarios y asegurar que el proceso se cumpla.
¿Quiénes heredan primero si no hay testamento?
Cuando no existe testamento, el artículo 1045 del Código Civil colombiano establece un orden jerárquico de herederos en las sucesiones intestadas. Este orden funciona de la siguiente manera:
1. Primer orden:
- Los hijos del fallecido (ya sean biológicos o adoptivos) y sus descendientes (nietos, bisnietos, etc.).
- Heredan en partes iguales.
- El cónyuge o compañero permanente también concurre con ellos y recibe su cuota correspondiente (no se excluye).
2. Segundo orden:
- Si no hay descendientes, heredan los ascendientes más próximos (padres o abuelos).
- El cónyuge o compañero permanente también concurre con los ascendientes.
3. Tercer orden:
- A falta de descendientes y ascendentes, heredan los hermanos del causante.
- Si los hermanos han fallecido, representan sus hijos, es decir, los sobrinos.
- El cónyuge sigue concurriendo en este orden.
4. Cuarto orden:
- Si no existen los anteriores, heredan los demás parientes hasta el sexto grado de consanguinidad: tíos, primos, sobrinos nietos, etc.
5. Quinto orden:
- Si no hay ningún heredero dentro de los órdenes anteriores, la herencia pasa al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Duración de una sucesión intestada y consecuencias de no iniciarla
El tiempo que puede tomar una sucesión intestada en Colombia depende, en gran medida, de si los herederos logran ponerse de acuerdo. Cuando existe armonía entre ellos, el procedimiento suele resolverse en un lapso aproximado de tres a seis meses. Por el contrario, si aparecen desacuerdos, el trámite judicial puede prolongarse por varios años.
Llevar a cabo este proceso es fundamental, ya que, de no hacerlo, los bienes del fallecido permanecen en una situación de indefinición legal, lo que impide a los herederos utilizarlos, venderlos o transferirlos legítimamente.
Asimismo, si la sucesión no se gestiona, en ciertos casos el Estado puede intervenir y adjudicar los bienes de acuerdo con lo previsto en la legislación sucesoria colombiana anteriormente mencionada.