En esta noticia

El pulso de la economía colombiana volvió a dar señales que generan expectativa. En medio de un año marcado por altibajos en inversión y consumo, las cifras de julio sorprendieron con un repunte que algunos ven como un alivio y otros como una señal pasajera. El misterio radica en qué sectores fueron los responsables de ese resultado.

El Dane reveló que la economía colombiana registró un crecimiento del 4,3% en julio de 2025 frente al mismo mes del año anterior. Sin embargo, el panorama completo es más complejo: en lo corrido del año, de enero a julio, la expansión apenas llega al 2,7%, nivel que coincide con las proyecciones del Banco de la República.

Los analistas advierten que, pese al repunte, persisten riesgos. El consumo de los hogares se ha mantenido activo, pero la inversión privada muestra señales de debilitamiento. De continuar esa tendencia, podría generarse presión sobre el empleo y ralentizarse el impulso de la economía colombiana hacia el cierre de 2025.

Economía colombiana y el contraste de sectores en julio

Los datos del Índice de Seguimiento Económico (ISE) mostraron contrastes. Mientras las actividades primarias, como la agricultura y la pesca, registraron una caída del 2,05% frente a julio de 2024, las actividades secundarias impulsaron el crecimiento con un avance del 4,32%. La industria y la construcción fueron motores clave para explicar la cifra positiva.

El comercio, los servicios financieros, la hotelería y el transporte también tuvieron un papel relevante, ya que hacen parte de las llamadas actividades terciarias. Estos sectores mantienen su dinamismo gracias a un consumo que, aunque desacelerado, sigue marcando la pauta en la economía colombiana.

Economía colombiana y los desafíos hacia el cierre de 2025

El Banco de la República estima que el crecimiento anual se ubique alrededor del 2,7%, aunque algunos expertos proyectan un resultado menor. El factor decisivo será la inversión, que ha perdido fuerza en comparación con el dinamismo del primer trimestre del año.

Si la industria logra sostener la producción, aprovechando la temporada de fin de año, la economía colombiana podría mantener el ritmo de crecimiento. No obstante, si la inversión continúa frenándose, el país enfrentaría un cierre de 2025 con menos impulso del esperado, lo que dejaría al empleo como uno de los principales focos de preocupación.