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La noticia del fallecimiento de Gramma, la emblemática tortuga de las Galápagos residente en el Zoológico de San Diego, conmueve a visitantes y conservacionistas. Su historia, que abarcó más de un siglo, se convirtió en un símbolo de longevidad y de los lazos entre humanos y fauna insular.
Los responsables del centro estiman que Gramma tenía cerca de 141 años al momento de su muerte el 20 de noviembre. Llegada desde otro zoológico en el siglo XX, la tortuga fue testigo de cambios históricos y se ganó el apodo de “reina del zoológico” por su carácter apacible y la popularidad entre quienes la conocieron en diferentes etapas de la vida.
Una vida alimentada por cuidados y tradición
Los cuidadores destacan que la dieta y el manejo veterinario fueron determinantes en la supervivencia de Gramma. Su alimentación, basada en lechuga romana y frutos de cactus, se complementó con revisiones médicas periódicas que buscaron mitigar los problemas óseos propios de su avanzada edad.

Aunque el equipo intentó todas las medidas posibles, las complicaciones óseas se agravaron y se tomó la difícil decisión de practicar la eutanasia para evitarle un sufrimiento innecesario.
Legado para la conservación
Gramma funcionó como embajadora de las islas Galápagos y ayudó a sensibilizar al público sobre la fragilidad de esas especies. Las tortugas gigantes, recuerdan los expertos, pueden superar los 100 años en libertad y aún más en cautiverio si se mantienen condiciones óptimas.
Los programas de cría y liberación han mostrado éxitos: desde 1965 se han reintroducido miles de ejemplares en su hábitat, un esfuerzo que organizaciones y zoológicos han apoyado con recursos y conocimiento.
Recuerdos que atraviesan generaciones
Para muchas personas, la visita a Gramma fue una experiencia de infancia que luego compartieron con sus hijos; esos testimonios ilustran el vínculo emocional que crea un animal longevo en la memoria colectiva.
El fallecimiento de Gramma renueva la discusión sobre conservación, manejo zoológico y la necesidad de proteger los ecosistemas de las Galápagos, donde varias subespecies enfrentan riesgo. Su historia seguirá inspirando proyectos de preservación y educación ambiental.











