El Cónclave es uno de los eventos más reservados y significativos para la Iglesia Católica, en el cual los cardenales se reúnen para elegir al nuevo Papa.
Durante este proceso, se establecen estrictas normas de privacidad y confidencialidad para evitar cualquier tipo de filtración de información al exterior. Una de las prohibiciones más estrictas es el uso de dispositivos electrónicos, especialmente los teléfonos celulares. ¿Qué pasa si encuentran a un cardenal con un smartphone?
¿Por qué los cardenales no pueden usar celulares en el Cónclave?
La prohibición del uso de celulares en el Cónclave responde a la necesidad de preservar el carácter sagrado y secreto del evento. Las votaciones, discusiones y decisiones que toman los cardenales deben estar completamente alejadas de cualquier interferencia externa. Esto incluye no solo a los medios de comunicación, sino también a posibles influencias externas que pudieran alterar la transparencia del proceso.
El uso de dispositivos electrónicos podría facilitar la comunicación con el exterior, vulnerando el principio de confidencialidad. Además, cualquier tipo de grabación, fotografía o transmisión en tiempo real está completamente prohibida.
Para garantizar esto, la Capilla Sixtina y los espacios destinados al Cónclave son revisados minuciosamente para eliminar cualquier dispositivo de espionaje o interferencia electrónica.
Consecuencias de incumplir la norma: expulsión definitiva del Vaticano
La sanción por incumplir esta norma es clara y severa: cualquier cardenal que sea sorprendido utilizando un teléfono celular o cualquier otro dispositivo electrónico durante el Cónclave enfrentará la expulsión definitiva del Vaticano. Esta medida, contemplada en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, busca proteger la pureza del proceso electoral.
No se trata solo de un castigo temporal; un cardenal expulsado del Vaticano por violar esta norma queda completamente marginado de futuras decisiones eclesiásticas, perdiendo su derecho a participar en eventos oficiales de la Santa Sede. Esta rigurosidad evidencia la seriedad con la que la Iglesia Católica maneja la privacidad en la elección del Sumo Pontífice.
Medidas de seguridad en el Cónclave para evitar el uso de celulares
Antes de que inicie el Cónclave, se realizan exhaustivas inspecciones de seguridad en la Capilla Sixtina y en las habitaciones destinadas a los cardenales. Además, se instalan dispositivos inhibidores de señal para bloquear cualquier tipo de comunicación electrónica. Los cardenales, al ingresar, deben entregar todos sus dispositivos electrónicos, los cuales son custodiados hasta que finalice el proceso.
Incluso, los infirmarii, encargados de llevar las papeletas a los cardenales enfermos, también deben seguir este protocolo de seguridad, asegurando que no haya ningún tipo de contacto con el exterior mientras se desarrolla la votación.