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El Papa Francisco falleció en mayo, en lo que fue un escenario de luto inmenso en la Iglesia Católicay el Vaticano, seguido de un funeral emocionante en Roma. Sin embargo, en uno de sus últimos discursos, el Papa Francisco alertó sobre la aparición de un nuevo "Dios". ¿De qué se trata?
En los días posteriores al fallecimiento del Papa Francisco, Romavivió una gran cantidad de celebraciones religiosas y funerarias: la misa exequial principal contó con la presencia de alrededor de 250.000 personas. La despedida tuvo a su vez la presencia de funcionarios internacionales, jefes de Estado y otros líderes mundiales.
Los pasos del Papa Francisco al frente de la Iglesia Católica han dejado un legado y una herencia imborrables. En ese marco, el sumo pontífice expresó a lo largo de su mandato frases, conceptos y mensajes que serán usados por los fieles, seguidores religiosos y el propio Vaticano, organismo que se prepara para el cónclave.

El Papa predijo el nuevo Dios que está por llegar
En uno de sus últimos discursos publicados en la Pascua de Semana Santa, el Papa Francisco alertó sobre la aparición de un "nuevo dios". "Corremos sin aliento, no porque falte el aire, sino por evitar la responsabilidad", aseguró en su reflexión durante el Via Crucis.
Bergoglio criticó así a la modernidad tecnológica, a la que llamó como "economía de los algoritmos", un sistema que se encolumna detrás de "la lógica del descarte, la frialdad de los cálculos y los intereses implacables". Como contraposición, resaltó la importancia de la "economía de Dios".
De esta forma, el Papa Francisco fue contundente en una de sus últimas palabras acerca de la modernidad tecnológica que padece el ser humano hoy en día, donde el "algoritmo" es el nuevo dios que amenaza a toda la sociedad.
Los primeros meses de la Iglesia Católica sin el Papa Francisco
Tras la partida del Papa Francisco, el Vaticano afronta un proceso de "sede vacante", en donde por algunos días la Santa Sede y la Iglesia Católica permaneció sin un líder, ya que este debía ser elegido democráticamente por los cardenales en un Cónclave. Luego, asumió como reemplazante oficial el electo papa León.

La muerte de Francisco, en el plano externo, generó un clima de incertidumbre acerca de si el Papa venidero podrá cumplir o no con las expectativas y con las reformas que requiere la Iglesia para los próximos años.











