Los pasajeros que viajen dentro de la Unión Europea o con destino a ella deberán ajustarse a nuevas disposiciones relacionadas con el equipaje de mano. Estas medidas, promovidas por la Comisión Europea, buscan fortalecer la seguridad y unificar los criterios en todos los aeropuertos del bloque.
Las nuevas reglas impactan especialmente en el transporte de líquidos y en las dimensiones autorizadas para el equipaje que se lleva en la cabina.
Si bien algunos aeropuertos ya contaban con tecnología avanzada de escaneo que permitía mayor flexibilidad, la normativa actual exige una mayor precisión en la declaración y restricción de los objetos transportados.
¿Qué modificaciones se aplican al transporte de líquidos en el equipaje de mano?
La principal novedad consiste en una reducción en la cantidad de líquidos autorizados en cabina. Este "artículo común", que incluye desde perfumes y cremas hasta bebidas, geles y espumas, está regulado por el Reglamento de Seguridad de la Aviación de la Unión Europea.
Exigen que los líquidos se transporten en envases individuales de hasta 100 ml, colocados en una bolsa de plástico transparente con capacidad máxima de un litro (20 cm x 20 cm) por pasajero.
Esta disposición afecta artículos como perfumes, cremas, bebidas, geles, espumas y alimentos de consistencia líquida. No obstante, se autoriza el transporte de leche o comida para bebés y medicamentos en volúmenes superiores, siempre que haya una justificación médica o de necesidad personal.
La decisión se enmarca en una actualización de los sistemas de escaneo en los aeropuertos europeos. Aunque algunas terminales disponían de escáneres de última generación capaces de detectar líquidos sin necesidad de restricciones, las autoridades decidieron reforzar provisionalmente los controles mientras se evalúa por completo la eficacia de los nuevos equipos.
¿Cómo se aplican las nuevas reglas sobre el tamaño y peso del equipaje?
Desde el 1° de septiembre de 2024 que el equipaje de mano se debe ajustar a un tamaño máximo de 55 x 40 x 20 centímetros, incluyendo asas y ruedas. Además, el peso no puede superar los 10 kilogramos. Estas restricciones buscan facilitar los controles de seguridad y evitar demoras provocadas por bultos excesivos.
Los viajeros también podrán llevar a bordo un artículo personal adicional, como una mochila compacta, un bolso o una funda para laptop. Este objeto no debe superar los 40 x 30 x 15 centímetros y debe poder guardarse sin inconvenientes debajo del asiento delantero.
Cabe destacar que cada compañía aérea podrá aplicar normas más exigentes, por lo que es recomendable consultar con anticipación las condiciones específicas del vuelo.
Aeropuertos como Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat ya comenzaron a implementar ajustes operativos para adecuarse a las nuevas exigencias establecidas por la normativa europea.
Las consecuencias de no cumplir con estos requisitos
Quienes no respeten estas disposiciones no solo corren el riesgo de perder sus pertenencias, sino también de recibir multas o sufrir demoras en su viaje.
De acuerdo con la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, en España, los pasajeros que infrinjan estas normas podrían ser sancionados administrativamente con montos que van desde los 100 hasta los 1000 euros, es decir, USD 1100. El importe varía según la gravedad de la falta, la intención del viajero y la normativa local del aeropuerto.
En determinadas situaciones, el personal de seguridad podría considerar el incumplimiento como una posible amenaza, lo que podría acarrear penalizaciones más estrictas, incluyendo la negativa a permitir el embarque.
Para evitar inconvenientes, se recomienda a los viajeros informarse previamente sobre las políticas y regulaciones de cada aerolínea. Si bien la Unión Europea refuerza estos controles con el fin de garantizar la seguridad, es responsabilidad del pasajero cumplir con los requisitos y prevenir incidentes durante el trayecto.