

El dolor silencioso ha vuelto a afectar a la Corona Holandesa. La princesa Ariane, hija menor de los reyes Máxima y Guillermo de los Países Bajos, enfrenta una grave situación médica debido a una afección visual crónica que ha generado gran inquietud en el seno de la familia real.
A pesar de que la joven royal se encuentra concentrada en su formación académica en el extranjero, sus padres no pueden disimular la profunda preocupación que les provoca esta situación.
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¿Cuál es el problema de salud de la hija menor de los reyes Máxima y Guillermo?
La princesa Ariane, de 18 años, se encuentra actualmente cursando el Bachillerato Internacional en el renombrado internado UWC Adriatic, situado en Trieste, Italia. Su permanencia alejada del Palacio Huis Ten Bosch -residencia oficial de la familia real- no ha impedido que sus progenitores se mantengan informados sobre cada aspecto de su bienestar.
Fue durante una conferencia del Día de Internet Segura, organizada por UNICEF Países Bajos, que la reina Máximarompió el silencio y expuso la razón de su inquietud.
Según lo expuesto por la monarca, su hija menor ha desarrollado un problema de visión como resultado directo del tiempo prolongado frente a pantallas digitales.
"Tiene dificultades para enfocar correctamente", declaró Máxima con evidente preocupación, aludiendo a los efectos adversos que el uso excesivo de dispositivos tecnológicos puede ocasionar en los jóvenes.

¿Existen soluciones para el problema de visión de Ariane?
Aunque desde la Casa Real se ha intentado abordar el asunto con la debida cautela, una portavoz del Servicio Nacional de Información ha confirmado que los problemas de visión de la princesa Ariane son persistentes y carecen de una solución médica definitiva. Esta situación obliga a la joven a modificar su rutina escolar y personal para prevenir un mayor deterioro ocular.
A pesar del tratamiento y los cuidados que recibe, los especialistas advierten que este tipo de afectación visual puede volverse crónica si no se gestiona adecuadamente.
Por esta razón, tanto Máxima como Guillermo han intensificado el seguimiento a su hija, incluso a la distancia, mientras ella continúa con sus estudios internacionales.

La salud de Ariane impacta a los Países Bajos
La noticia generó una considerable cantidad de mensajes de apoyo en redes sociales. Ciudadanos neerlandeses y seguidores de la monarquía manifestaron su solidaridad con la familia real, en particular con la joven Ariane, quien desde su infancia ha permanecido alejada del escrutinio mediático.
Su discreto perfil contrasta notablemente con el de su hermana mayor, la princesa heredera Amalia, quien mantiene una presencia más activa en los asuntos oficiales de la corona.
La revelación de Máxima también sirvió para enfatizar la importancia del uso responsable de internet y pantallas, un mensaje que la reina considera urgente en la actual era digital, especialmente entre niños y adolescentes.











