

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una reflexión que marcó el inicio de la IV Cumbre CELAC-UE en Santa Marta. Ante los líderes de América Latina y Europa, el mandatario habló de una “contradicción” profunda entre el proyecto democrático que inspiró al mundo en el pasado y la realidad actual, dominada por tensiones políticas y crisis globales.
El encuentro, que reúne a jefes de Estado como Pedro Sánchez y Luiz Inácio Lula da Silva, se desarrolla en un contexto internacional incierto, atravesado por conflictos, desigualdades y desafíos ambientales. Petro, como presidente anfitrión, buscó plantear una visión autocrítica sobre el papel que América Latina y Europa deben asumir ante el nuevo orden mundial.
“Hay una contradicción política entre el proyecto democrático que se levantó en Europa, que se levantó en América del Norte, que se levantó en América Latina, y el contexto actual”, expresó el mandatario colombiano en su discurso de apertura, pronunciado en el Centro de Convenciones Pozos Colorados.
Gustavo Petro y su visión sobre el proyecto democrático global
En su intervención, Gustavo Petro insistió en que el mundo ha cambiado de forma drástica y que es necesario hacer una evaluación sincera sobre el rumbo de la democracia. Señaló que el sistema político que alguna vez simbolizó libertad y justicia ahora enfrenta amenazas provenientes del autoritarismo, la desinformación y los intereses económicos concentrados.

El presidente colombiano también advirtió que la humanidad vive un momento de transición, donde los conflictos geopolíticos, el cambio climático y la desigualdad están erosionando los principios que dieron origen al proyecto democrático. “La existencia es un fluir, y en ese fluir debemos analizar la situación concreta en la que estamos”, afirmó.
La Cumbre CELAC-UE y el llamado a un nuevo faro democrático
Durante la Cumbre CELAC-UE, Petro expresó su esperanza de que Europa, América Latina y el Caribe conformen un “faro democrático de la humanidad”, capaz de enfrentar los desafíos comunes. Mencionó los esfuerzos de los gobiernos por reducir “la barbarie que quisiera inundar al mundo”, aludiendo a las guerras, la desigualdad y la violencia transnacional.
El presidente colombiano ha sido crítico con las operaciones militares y las políticas de seguridad de Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico, especialmente aquellas que, según denunció, han dejado víctimas civiles. Con su intervención, buscó posicionar a Colombia como un actor que promueve el diálogo multilateral, el respeto a la soberanía y la defensa de la paz como principios esenciales de la nueva etapa democrática.
La Declaración de Santa Marta, que pondrá fin a la cumbre, recogerá los compromisos entre los países miembros de la CELAC y la Unión Europea para fortalecer la cooperación política, económica y ambiental en un escenario internacional que exige nuevas respuestas democráticas.













