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Estados Unidos evalúa por estas horas realizar una transferencia de bombardeos furtivos B-2 y bombas anti-búnker a Israel, luego de los ataques recientes de Irán y ante la preocupación por el programa nuclear. La iniciativa surge luego de un informe reciente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El documento de la OIEA advierte que Irán podría retomar su desarrollo nuclear dentro de pocos meses, algo que generaría un cambio en los planes geopolíticos de la mayoría de las potencias en el mundo. Esta situación ha reactivado los temores tanto en Washington como en Tel Aviv.

El proyecto de transferencia fue presentado por los congresistas estadounidensesJosh Gottheimer y Mike Lawler. Los nombres de los legisladores que han presentado la propuesta son clave, ya que se trata de un representante demócrata y otro republicano, por lo que la acción tendría consenso en casi todo el arco político.

Tensión mundial: EE.UU podría transferir bombardeos a Israel

La ley lleva el nombre de "Bunker Buster Act" y, si se aprueba, otorgaría automáticamente la potestad necesaria a Donald Trump para fortalecer militarmente a Israel. La propuesta, frente a la amenaza nuclear que representa Irán, apunta a mejorar la capacidad de ataque israelí.

Específicamente se mejorará todo lo relacionado a instalaciones subterráneas, la zona donde Teherán podría ocultar varios de sus componentes del programa atómico. Se estima que las bombas anti-búnker, en tanto, tienen la capacidad de penetrar en profundidades de hasta 60 metros.

Sigue la tensión nuclear entre EE.UU, Irán e Israel

La posibilidad de nutrir de bombas a Israel por parte de Estados Unidos surge en un contexto de alta tensión en el que el país norteamericano utilizó sus propios B-2 para destruir instalaciones nucleares en Irán como Fordow, Natanz y Esfahan. Los ataques fueron realizados desde la base Whiteman.

De aprobarse la transferencia, Israel obtendría una ventaja tecnológica sin precedentes en la región, fortaleciendo su capacidad disuasiva y preventiva ante un posible avance nuclear de Irán. Esta movida también podría recalibrar el equilibrio militar en Medio Oriente y generar nuevas tensiones diplomáticas.