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El cometa 3I/ATLAS ha captado la atención internacional tras la detección de una señal de radio por el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica. Según medios especializados, el patrón observado no corresponde a una transmisión artificial, sino a líneas de absorción típicas de la presencia de agua.
El cometa, tercer objeto interestelar conocido que ingresa a nuestro sistema solar, proviene de otro sistema estelar y no de la nube de Oort, lo que despierta un interés especial en la comunidad científica y pública. Las líneas de hidroxilo (OH) detectadas se producen cuando el hielo se sublima cerca del Sol, una firma característica de la actividad cometaria.
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Pese a las especulaciones en redes y podcasts, los datos ofrecen una explicación coherente con fenómenos naturales. El seguimiento continuo de 3I/ATLAS será clave para determinar si la producción de OH es constante o intermitente y entender su actividad mientras se desplaza en su órbita.
¿Qué detectó exactamente MeerKAT?
Tras el anuncio, los investigadores explicaron que MeerKAT no captó una señal artificial, sino absorción en las líneas de OH, resultado de la descomposición del agua por la radiación solar. Este tipo de firma es común en cometas y regiones con moléculas de hidroxilo, según Wired.

La detección se realizó el 24 de octubre, cinco días antes de que el cometa alcanzara su punto más cercano al Sol. El radiotelescopio había intentado observar previamente el 20 y 28 de septiembre, sin éxito. Avi Loeb, físico teórico estadounidense-israelí, recordó en Medium que semanas antes instó a observatorios a monitorear 3I/ATLAS por coincidencias con la dirección de la señal Wow! de 1977.
Loeb destacó que, hasta el momento, no se han reportado señales adicionales distintas a la absorción de OH y subraya la necesidad de seguimiento constante para evaluar la producción de OH y la estructura de la cola del cometa.
¿Se cierra la hipótesis tecnológica?
Aunque algunos divulgadores impulsaron la idea de un origen tecnológico, la evidencia presentada apunta a procesos cometarios conocidos. La comunidad científica, según el medio citado, considera que la observación refuerza la explicación natural, aunque advierte que se requiere monitoreo continuo para confirmar la constancia de la producción de OH.
El astrofísico Loeb y otros investigadores seguirán buscando señales complementarias. La detección de MeerKAT refuerza que, hasta ahora, la actividad del cometa se ajusta a modelos naturales, sin indicios de emisión artificial.

Qué sigue con el cometa 3I/ATLAS
El próximo paso será la observación por la sonda Juno, que en marzo de 2026 intentará captar señales de 3I/ATLAS en frecuencias entre 50 y 40 MHz cuando pase a 53 millones de kilómetros de Júpiter.
Estos datos permitirán estudiar la composición de este visitante interestelar de manera más precisa.










