El expresidente colombiano, Álvaro Uribe, aseguró este lunes 7 de julio que el juicio en su contra le ha causado un "daño moral" y ha afectado su reputación.
Por esa razón, le solicitó a la jueza que lo absuelva de los delitos demanipulación de testigos, fraude procesal y sobornoen actuación penal por los que fue imputado por la Fiscalía.
Al presentar sus alegatos finales en el juicio, el político manifestó: "Me causaron un daño moral, mi interés es defender mi reputación y la de mi familia. Me causaron una afectación electoral muy grande y de opinión".
Álvaro Uribe se pronunció en el juicio en su contra
Según recolectó la agencia de noticias EFE, el exmandatario Álvaro Uribe, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, aseguró que su interés "no se restringe a decir que la Fiscalía no pudo probar los delitos que injustamente" le imputaron.
"Mi interés como miembro de familia, ciudadano y expresidente es que se pruebe que a lo largo de estos años he dicho la verdad", agregó el líder del partido de derecha, el Centro Democrático.
El mes pasado, la fiscal Marlenne Orjuela le solicitó a la jueza que lo condene al considerar que las pruebas demuestran que "ideó, promovió y respaldó una estrategia orientada a manipular el curso de la justicia penal, utilizando a terceros con el objetivo deliberado de forzar la retractación de testigos clave" y "construir una narrativa exculpatoria que favoreciera sus intereses".
Los detalles del juicio del expresidente colombiano
La querella se remonta al año 2012, cuando Uribe demandó por una supuesta manipulación de testigos al senador de izquierda, Iván Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.
Contrario a lo esperado por el expresidente, la Corte Suprema no abrió investigación contra el congresista y, en cambio, le inició un proceso al exmandatario por manipulación de testigos.
Las consecuencias de las acusaciones en su contra
En consecuencia, Álvaro Uribe renunció en agosto de 2020 a su escaño de senador para dejar de estar aforado y que su caso pasara a la Justicia ordinaria, por lo que la Fiscalía decidió que no había pruebas para perseguirlo judicialmente.
Por ello, su equipo de abogados solicitó hasta en dos ocasiones el cierre del caso, lo que fue negado tanto por los juzgados de primera instancia en los que fue presentada como por el Tribunal Superior de Bogotá. En 2024, la Fiscalía decidió acusarlo y el juicio comenzó este año.
Las víctimas del caso consideran que el expresidente, a través del abogado Diego Cadena, buscó en las cárceles sobornar a testigos, como el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, para que no declararan en contra de Uribe y sus posibles vínculos con el paramilitarismo, en la disputa que mantenía con Cepeda.