El té de cúrcuma con jengibre es una combinación poderosa y saludable que ofrece numerosos beneficios para la salud, especialmente si se consume por la mañana.
Esta infusión ayuda a potenciar el bienestar general y se destaca por sus propiedades antiinflamatorias, digestivas y antioxidantes.
¿Por qué conviene tomar té de cúrcuma con jengibre por la mañana?
Tomar té de cúrcuma con jengibre por la mañana es una excelente opción para potenciar la salud desde el inicio del día. Ambos ingredientes, ampliamente utilizados en la cocina, poseen propiedades que trascienden su uso culinario, convirtiéndolos en aliados de la salud. Esta infusión es reconocida por su notable poder:
- Antiinflamatorio
- Digestivo
- Antioxidante
El jengibre, en particular, es conocido por sus propiedades que facilitan la pérdida de peso. Estudios de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que su consumo puede ayudar a reducir el índice de masa corporal y mejorar los niveles de glucosa en sangre.
Además, contiene gingerol y shogaol, compuestos que aceleran el metabolismo y favorecen la quema de grasas, contribuyendo así a un control del apetito gracias a su influencia en la serotonina.
Por otro lado, la cúrcuma destaca por la curcumina, que inhibe la formación de nuevas células grasas y previene la resistencia a la insulina. Investigaciones de la Universidad Shiraz y la Universidad de Beijing subrayan su papel en la regulación del peso y la glucosa en sangre.
Cómo preparar té de jengibre y cúrcuma para adelgazar
Si te interesa disfrutar de los beneficios del té de cúrcuma con jengibre, aquí te dejamos una receta sencilla para prepararlo en casa:
Ingredientes
- Media cucharadita de cúrcuma en polvo (2,5 gramos).
- 2 o 3 rodajas finas de raíz de jengibre.
- 1 cucharada de miel (25 gramos).
- 1 taza de agua (250 mililitros).
Modo de preparación
- Pelá el jengibre y rallalo.
- Colocá el agua al fuego y agregá el jengibre.
- Esperá de 5 a 10 minutos para que hierva.
- Después de este tiempo, sacá la preparación del fuego y colá para reservar solo el líquido.
- Volcá el líquido en una taza y agregá la cúrcuma en polvo.
- Añadí la miel para endulzar la infusión y remové con una cuchara para que todo se integre.
- Podés sumar unas gotas de limón para darle un toque cítrico o añadir una rodaja directamente.
